
El partido de Mary Lou McDonald quiere liderar el nuevo Gobierno
11 feb 2020 . Actualizado a las 12:39 h.«Sí, creo que puedo ser la próxima primera ministra», confirmó Mary Lou McDonald a un periodista que le preguntaba el lunes por la posibilidad de que la líder del Sinn Féin encabece la formación del Gobierno irlandés. Por su parte, la líder del partido en Irlanda del Norte, Michelle O'Neill, explicó en una entrevista que la celebración en cinco años de un referendo sobre la eliminación de la frontera irlandesa será una exigencia de su partido en las negociaciones. La reciente historia electoral ha dado para descripciones típicas de la artesanía irlandesa con las palabras. La del 2011 fue «la elección terremoto» (se derrumbó Fianna Fáil). La del 2016, «la elección que no ganó nadie» (Fine Gael obtuvo una victoria mínima).
El recuento final de los votos de las elecciones del pasado sábado ha concluido con la victoria por la mínima de Fianna Fáil (FF) de Micheál Martin al lograr solo un escaño más que el Sinn Féin (SF): 38 de los 160 escaños en juego (se deja seis escaños respecto al resultado del 2016), frente a los 37 logrados por el partido de McDonald (gana 14). No obstante, el Sinn Féin sí tiene un porcentaje de votos más alto que el Fianna Fáil, 24,53 % frente a 22,18 %, ventaja que no se ha traducido en más escaños. En tercer lugar ha quedado el Fine Gael del primer ministro saliente, Leo Varadkar, con 35 escaños y el 20,86 % o de los sufragios, 15 asientos menos que en el 2016.
El sistema electoral en el que los votantes marcan por orden de preferencia una lista alfabética de candidatos, que luego deben alcanzar una cuota de votos o bien al primer intento o luego sumando las sucesivas preferencias de sus rivales, es lento aunque ofrece algunas certezas. Si el candidato no está entre los más votados, ya puede olvidarse de que las preferencias ofrecerán un milagro, por ejemplo.
Otra asunción tradicional es que los candidatos del Sinn Féin pueden cosechar primeras preferencias, pero en las cuentas sucesivas se comprueba que no son populares entre los votantes de otros partidos. Al ganar en el voto de las primeras preferencias, los seguidores han causado un fenómeno imprevisto. Los votantes necesarios para obtener sus 37 diputados y los superfluos (cerca de 120.000) han provocado con sus sucesivas opciones que los otros partidos de izquierda doblen el número de sus escaños.
Si el Sinn Fein sumase sus escaños a los de los otros cuatro partidos de izquierda, incluyendo al Verde en ese grupo, llegaría hasta los 60 cuando aún no se habían adjudicado quince escaños. Habrá también unos 18 independientes con variadas agendas. Hacen falta 80 para tener una mayoría en un Parlamento que tiene 159 diputados reales más su presidente, políticamente neutral.
Rompecabezas
Esa coalición tendría que superar rencores históricos hondos entre laboristas y el Sinn Féin, y fundir el programa de los verdes con el de McDonald, partidaria de poner fin a los impuestos sobre las emisiones de carbono. Sin olvidar la magnanimidad del SF para dar la legitimidad del Gobierno a People Before Profit, que en el Norte ha captado electores en bastiones republicanos de Belfast o Derry hartos del monopolio republicano allí y de las consecuencias de ese control absoluto.
El afán de excluir del Gobierno a los dos partidos tradicionales parece representar el deseo de sus votantes pero Fianna Fáil y Fine Gael, con el primero superando probablemente al SF en número de escaños al final del recuento, van a sumar más escaños que la coalición izquierdista. Los variopintos independientes tendrían en sus manos la estabilidad del Ejecutivo. Otras combinaciones -Fianna Fáil, Sinn Féin, Partido Verde, en particular- darían una mayoría más estable.
FF y verdes formaban el Gobierno en la cola del bum inmobiliario y en el momento del estallido de la crisis en el 2008, pero un pacto de iguales entre FF y SF se antoja difícil. Un candidato republicano en Waterford cerró su efusivo discurso de celebración por ser elegido con un grupo de ¡Up the ra! «(que se traduce como 'viva el IRA'). En la otra dirección, para el SF gobernar con FF sería entrar tras su primer triunfo en las amplias fauces de la ballena del establishment irlandés.
La victoria del Sinn Féin en el voto de primeras preferencias ha llevado a la especulación sobre si habrían cosechado el mayor número de diputados si en vez de presentar 42 candidatos, para evitar que se dividiera su voto en las listas de las 39 circunscripciones, hubiesen presentado más de 80, como FF y FG. Eoin O Broin, autor de un libro y artículos sobre la izquierda aberzale del País Vasco y ha sido elegido diputado por Dublín, afirmó tras conocer el resultado que quizás hubiesen presentado cinco o seis candidatos más.