Partidos políticos y ciudadanos cierran filas contra la extrema derecha alemana
INTERNACIONAL
Miles de personas se congregaron en Dresde, donde los islamófobos de Pegida sacaron músculo en su marcha número 200
18 feb 2020 . Actualizado a las 08:30 h.La sociedad y la plana política alemanas enviaron este lunes una clara señal a la extrema derecha, enfrentándose a ella en su propio bastión. Varios miles de personas se congregaron en la ciudad de Dresde para protestar contra el movimiento islamófobo Pegida. En esta ocasión, al llamamiento de iniciativas populares como Dresde libre de nazis, se sumó la contramanifestación organizada por primera vez por las cúpulas de la conservadora CDU y el liberal FDP, que llevaba como lema La Democracia necesita agallas y a la que se unieron la Iglesia católica, la evangélico-luterana y hasta la comunidad judía.
A escasos metros de ellos, los Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) marchaban como cada lunes por la ciudad que los vio nacer en octubre del 2014, al calor del creciente rechazo ante la llegada de refugiados al país. No era una cita más, sino la número 200 para el movimiento xenófobo, a cuya convocatoria acudieron más adeptos de lo normal. Entre ellos, una de las figuras más radicales del partido ultraderechista AfD: Björn Höcke, negacionista del Holocausto y vigilado por la Oficina de Protección a la Constitución.
Esta nueva demostración de poder coincide con un momento de máxima tensión en el país, a raíz de que hace dos semanas la bancada de la CDU en el land de Turingia rompiera el cordón sanitario que pesaba sobre AfD a nivel nacional y regional desde el 2018. Con una maniobra sin precedentes, el candidato del FDP se convirtió en primer ministro del pequeño estado federado gracias a los votos de los conservadores y los ultras de AfD. «La elección de la vergüenza», como ha sido bautizado el proceso, ha desatado la indignación en las calles y provocado la dimisión de numerosos políticos.
Planificación de atentados
Para colmo, hace apenas unos días la policía detuvo a 12 presuntos miembros de una célula terrorista de ultraderecha, que tenía planes concretos de atentar contra políticos, musulmanes y demandantes de asilo. Ocurrió en el marco de redadas practicadas el viernes pasado en varios estados federados del país. Entre los sospechosos, que se encuentran en arresto preventivo, figura un agente de la policía y algunos neonazis vinculados al grupo ultra finlandés Los Soldados de Odin, fundado en el 2015.
Estas detenciones han terminado de conmocionar a la opinión pública, que tiembla desde que en junio el diputado regional de la CDU Walter Lübcke, defensor de la acogida de inmigrantes, fuera asesinado a tiros por un neonazi en su casa. A ello se sumó en octubre la muerte de dos personas a manos de un ultra que perpetró un atentado contra una sinagoga de la ciudad de Halle, situada en el este del país, donde más cala el discurso xenófobo de AfD. Consciente de ello, el Gobierno de la gran coalición prometió que extremará la vigilancia en los lugares de culto.