Los combates entre Azerbaiyán y Armenia cierran la puerta a conversaciones de paz

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Población oculta en una base debido a los combates en Nagorno Karabaj
Población oculta en una base debido a los combates en Nagorno Karabaj Hayk Baghdasaryan | EFE

Las autoridades de Bakú descartan la opción de iniciar un diálogo sobre el enclave separatista de Nagorno Karabaj hasta que se rebaje la tensión

30 sep 2020 . Actualizado a las 21:48 h.

Pese a los llamamientos de la ONU y de la comunidad internacional a un cese inmediato de las hostilidades, los enfrentamientos armados a gran escala entre armenios y azerbaiyanos siguieron este miércoles por cuarto día consecutivo en el enclave montañoso de Nagorno Karabaj, Artsaj, como le llaman sus habitantes. El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán afirma que, desde el domingo, cuando estallaron los combates, Armenia sufrió 2.000 bajas entre muertos y heridos y perdió cuantioso equipo militar, incluyendo 130 tanques. Pero de sus propias pérdidas Bakú no informa.

Por su parte, Armenia difundió un nuevo vídeo en el que se muestra un ataque contra un convoy del Ejército enemigo. Las fuerzas de Nagorno Karabaj reportaron, además, la destrucción de dos drones azerbaiyanos cuando pretendían sobrevolar Stepanakert, la capital del enclave. Mientras tanto, el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, declaró en una rueda de prensa que «Armenia siempre estuvo dispuesta a una solución pacífica del problema de Karabaj». Sin embargo, advirtió que «no es el momento apropiado para hablar de una cumbre Armenia-Azerbaiyán-Rusia, en un momento en el que hay intensos combates». Citado por la agencia Interfax, Pashinián, dijo en esa misma comparecencia que «para que haya negociaciones es necesario una atmósfera y unas condiciones adecuadas». El mandatario puntualizó que la necesidad de buscar un arreglo pacífico al conflicto «no significa que Armenia y Nagorno Karabaj estén dispuestos a que la solución se haga en detrimento de sus intereses nacionales y de seguridad».

Pashinián señaló que su país descarta por ahora el despliegue de fuerzas de paz en la zona, sean estas a instancias de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) o auspiciadas por Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (ODKB en sus siglas en ruso), de la que forman parte Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán. Según sus palabras, en su conversación del martes con el presidente ruso, Vladimir Putin, «no se tocó la posibilidad de una intervención militar de Rusia». Finalmente, Pashinián explicó que están estudiando la posibilidad de reconocer la independencia de Nagorno Karabaj, algo que no ha hecho nadie hasta ahora en el mundo y que agravaría, si cabe, la situación en general.

Desagrado con Putin

Da la sensación de que Pashinián no quedó muy contento de su conversación con Putin, del que probablemente esperaba un mayor compromiso de ayuda a Armenia y a Nagorno Karabaj. Según la nota de prensa que distribuyó el Kremlin, «Putin expresó su más profunda preocupación por los enfrentamientos». El comunicado de la presidencia rusa subrayaba que «se hizo especial énfasis en la urgente necesidad de que las partes contendientes detengan el fuego y tomen medidas de desescalada». De las palabras del dirigente armenio se deduce que la idea de celebrar una cumbre de paz se la propuso el mandatario ruso y, como él mismo dejó claro, no es tal su deseo en el momento actual. Parece más bien que esperaba una oferta de ayuda militar.