Resurge la leyenda de la Torre de Londres

Juan Francisco Alonso LONDRES

INTERNACIONAL

Natasha Marie Brown

Desde Navidad nadie ha visto a Merlina, una de las aves que habitan el castillo

25 ene 2021 . Actualizado a las 08:46 h.

El 2020 no dejó buenos recuerdos en casi ni ningún sitio del mundo, pero en el Reino Unido mucho menos, donde además de los miles de muertos que se llevó la pandemia del covid-19 y de los millones de parados, el año estuvo plagado de angustia por las interminables negociaciones con la Unión Europea (UE) sobre el futuro posbrexit. Sin embargo, en las últimas semanas muchos temen que el 2021 les depare algo peor. ¿La razón? Desde hace días uno de los cuervos que habitan en la Torre de Londres está desaparecido y eso ha hecho resurgir el mito que asegura que «el reino caerá» si estas aves abandonan el famoso castillo.

Desde Navidad nadie ha visto a Merlina, una de las ocho aves carroñeras que habitan el famoso castillo, por decreto real. «Merlina es un espíritu libre y ha abandonado los muros de la torre en muchas ocasiones, pero normalmente regresaba, aunque esta vez no lo ha hecho. Así que me temo que ya no esté con nosotros», declaró a la BBC Christopher Skaife, responsable de las aves.

La prensa británica no ha pasado por alto la desaparición del cuervo y ha recordado la leyenda que asegura que si no hay seis de estos pájaros en la emblemática fortificación, la cual guarda las joyas de la corona británica, la monarquía y el país dejarán de existir.

Para calmar los ánimos, en especial de los más supersticiosos, los administradores de la Torre de Londres han informado que tiene siete aves; es decir una más de las necesarias exigidas por la resolución real para evitar cualquier maleficio. Y aunque aseguraron que no tienen pensado reemplazar de inmediato a la desaparecida Merlina, agregaron que «con el tiempo esperamos que una nueva chica de nuestro programa de crianza esté lista para continuar el legado de Merlina».

En el verano pasado los cuervos ya habían sido noticia, porque ante la ausencia de visitantes, debido a los confinamientos, sus cuidadores temían que se aburrieran y tratarán de huir, pese a tener las alas recortadas. Algo, que al parecer ocurrió.

El origen del mito

Hay varias versiones sobre cómo los caminos de los cuervos y la torre se unieron. Algunos sostienen que han estado allí casi desde el mismo momento en que la fortaleza fue alzada y que la escogieron como morada por el ingente suministro de carne que obtenían de las batallas que se libraron a su alrededor, pero sobre todo de las ejecuciones que allí tuvieron lugar. Sin embargo, tras el gran incendio que sufrió la capital británica en 1666 se comenzó a extender la creencia de que de la pervivencia de estas aves dependía el futuro de la corona y del país. Así, en 1675 el astrónomo real John Flamsteed habría recomendado al rey Carlos II que protegiera a estos pájaros negros, por considerar que su exterminio traería consecuencias nefastas. Otros en cambio sostienen que el supersticioso era el propio monarca, quien se negó a atender las peticiones de su científico de acabar con las aves, las cuales ensuciaban su observatorio y le impedían contemplar las estrellas.

Sea quien fuese, lo cierto es que el monarca Carlos II dictó un decreto que sigue vigente hasta hoy y que obliga a tener seis cuervos, con las alas recortadas, en la famosa edificación.

Las bombas y el mito

La leyenda sobre los cuervos está tan arraigada que durante la II Guerra Mundial el entonces primer ministro Winston Churchill ordenó que más pájaros fueran traídos a Londres y en especial a la torre, donde solo uno logró sobrevivir a los incesantes bombardeos de los nazis.

Durante el conflicto bélico las aves fueron alistadas en calidad de soldados e incluso se les podía sancionar. Así le ocurrió en 1986 al cuervo George, quien fue dado de baja y enviado a Gales, tras atacar y destruir antenas de televisión.

El tiempo dirá si había suficientes motivos para preocuparse o no.