Pretenden acabar con la preponderancia de López y Guaidó en la toma de decisiones
08 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Los partidos de la oposición venezolana han alcanzado un acuerdo de reestructuración de la cúpula dirigente para hacerla «más útil, amplia, incluyente, efectiva y asertiva», y así lograr la convocatoria de «elecciones libres, justas, transparentes y verificables». El acuerdo, que fue anunciado por el Centro de Comunicación Nacional, plataforma de la Asamblea Nacional electa en el 2015, es en respuesta a las numerosas críticas que desde el año pasado viene recibiendo Voluntad Popular (VP), el partido de Leopoldo López y Juan Guaidó, por supuestamente tomar decisiones sin consultar a partidos tan importantes en la oposición como Primero Justicia (PJ) o Acción Democrática (AD).
El relanzamiento de la plataforma opositora cuenta con estos dos partidos, y con otros tradicionales miembros de la alianza, como La Causa R, una formación obrera de izquierda, el socialcristiano Copei y el socialdemócrata Un Nuevo Tiempo, que junto con PJ, AD y VP forman el llamado Grupo de los 4.
Esta agrupación, que tomaba la mayoría de las decisiones de la oposición y en el que llegó a predominar la formación de López y Guaidó, disgustó fundamentalmente a Primero Justicia, de Henrique Capriles, que coqueteó en el 2020 con la idea de participar en las elecciones parlamentarias de diciembre, que no contaron con reconocimiento internacional y en las que arrasó (sin competencia real) el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, de Nicolás Maduro.
Toma conjunta de decisiones
«La dirección de la alianza de partidos políticos estará conformada a partir de ahora por los abajo firmantes, que hemos acordado un reglamento interno para la toma de decisiones y representamos a la mayoría de los liderazgos, estructura organizacional, presencia territorial, vocación histórica, respaldo popular, escaños parlamentarios e interlocución internacional de las fuerzas democráticas del país», agrega el documento.
El acuerdo también propone convocar e incluir a todos los partidos que deseen ser parte de la alianza «garantizando la mayor amplitud posible en el proceso de deliberación y discusión política», un llamamiento que se hace, fundamentalmente, a María Corina Machado y otros dirigentes que han afirmado sentirse marginados de la toma de decisiones.
El acuerdo llega en horas bajas para la oposición, ya que el chavismo ha logrado su objetivo de desprestigiarla: hoy tanto los partidos opositores como el madurismo cuentan con un parecido porcentaje de rechazo, cercano al 80 %, según las encuestas.
También se produce en un momento delicado para la acción política, pues el confinamiento por el covid ha desmovilizado por completo el país y de hecho, el documento llama a «alinear las acciones (...) para la atención prioritaria e inmediata para el pueblo de Venezuela ante la inmensa emergencia humanitaria, destacando la atención a la pandemia causada por el covid-19».