Las víctimas del chavismo piden al fiscal de la Corte Penal Internacional ser oídas

pEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Foto oficial de la recepción del canciller venezolano Félix Plasencia al fiscal de la CPI, Karim Khan.
Foto oficial de la recepción del canciller venezolano Félix Plasencia al fiscal de la CPI, Karim Khan. Ministerio de Comunicación e Información de Venezuela | Efe

Khan decidirá si abre una investigación por crímenes de lesa humanidad

02 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, realiza una visita de tres días a Venezuela como paso previo a decidir si abre una investigación formal al régimen chavista por crímenes de lesa humanidad o, por el contrario, se establecen mecanismos de cooperación para subsanar los supuestas violaciones de derechos humanos cometidas desde el 2017.

De momento, el fiscal de la CPI no tiene en su agenda reuniones con las víctimas, ni con las oenegés que mayoritariamente las defienden; solo con autoridades gubernamentales, lo que ha desatado la alarma entre algunos defensores de derechos fundamentales, que este lunes se manifestaron en la emblemática zona de Altamira, epicentro de las protestas contra el régimen de Maduro en Caracas, que dejaron más de 140 muertos en el 2017.

«Mientras a usted la dictadura le miente, nuestros presos políticos están siendo torturados, corren peligro en las cárceles, porque han sido todos víctimas de tortura», inquirió a Khan durante la concentración la exdiputada opositora Delsa Solórzano. «Necesitamos libertad para todos los presos políticos, necesitamos que usted se aboque a dialogar con nosotros, se lo pedimos de todo corazón», señaló otra manifestante, no identificada. «Justicia, justicia», clamaban un centenar de familiares de presos políticos y de representantes de partidos opositores, que exigían ser recibidos por el fiscal de la CPI, quien afirmó en Colombia (su escala previa) que venía a Venezuela «a escuchar y a entablar relaciones [...] No asisto sin invitación».

Una invitación que el régimen se cuidó de mostrar en público, con el canciller Félix Plasencia recibiendo al fiscal en el aeropuerto de Maiquetía y registrando cada reunión del invitado -entre ellas, una a mediodía con Maduro- en las redes y en la prensa oficial.

Defensores de derechos humanos, sin embargo, quitaron hierro a este aparente sesgo. Un representante de una oenegé que conversó con La Voz bajo condición de anonimato, señaló que la comunicación de la fiscalía con las víctimas y las oenegés «es permanente», y afirmó que un grupo está avisado para tener una reunión con Khan, aunque no está aún registrada en su agenda, por el riesgo que representa para las víctimas y sus familiares.

Fernando Fernández, miembro de Amnistía Internacional y uno de los abogados más reputados en derechos humanos de Venezuela, afirmó que «la visita del fiscal Khan tiene un carácter híbrido: está prevista como parte del procedimiento, está permitida la cooperación y, también, la inspección».

Una inspección que se produce en el marco de una operación de mejora de cárceles y de «desaparición» de presos políticos enviados a cárceles comunes, denunció el abogado y activista Rafael Narváez, para quien «el Estado venezolano intenta con brocha y pintura borrar el horror de las torturas y los asesinatos», algo que debe percibir el nuevo fiscal de la CPI.

Alex Saab se declarará inocente y evita por ahora colaborar con la Justicia de EE.UU. 

El presunto testaferro de Nicolás Maduro, el empresario colombo-venezolano Alex Saab, deberá pasar al menos otros 15 días en una cárcel de Miami antes de ser inculpado de siete cargos por blanqueo de dinero y de que pueda solicitar la libertad bajo fianza. La nueva audiencia está prevista para el 15 de noviembre. A falta de explicaciones oficiales, los medios estadounidenses señalan que Saab, extraditado a EE.UU. el 16 de octubre desde Cabo Verde, solo ha podido reunirse con su abogado, Henry Bell, en una ocasión a causa de la cuarentena obligatoria por el covid-19.

Bell afirmó que Saab, de 49 años, se declarará «no culpable», por lo tanto no cooperará -al menos de momento- con la Fiscalía del Distrito Sur de Florida en la investigación por la que se le acusa de haber lavado al menos 350 millones de dólares para pagar corruptelas de Maduro a través del sistema financiero estadounidense.

Sin embargo, Saab, que pasó del más absoluto anonimato a convertirse en «ciudadano venezolano» y «agente diplomático» del chavismo tras ser detenido en el archipiélago de África occidental en junio del 2020, puede cambiar su declaración en cualquier momento y comenzar a cooperar con las autoridades estadounidenses.