Trump se llevó cartas de Kim Jong-un y Obama de la Casa Blanca a su mansión de Mar-a-Lago
INTERNACIONAL

Llevarse cajas, que ya han recuperado los Archivos Nacionales de EE.UU. no ha sido el único problema que ha planteado un expresidente que rompía a menudo en pedazos documentos oficiales
08 feb 2022 . Actualizado a las 21:19 h.El expresidente estadounidense Donald Trump se llevó indebidamente de la Casa Blanca a su mansión en Mar-a-Lago (Florida) quince cajas con documentos y otros artículos, incluidas cartas del líder norcoreano Kim Jong-un y de su predecesor en el cargo, Barack Obama. A mediados de enero se recuperaron estos registros, que tendrían que haberse enviado a los Archivos Nacionales de EE.UU: y no a Palm Beach, tal y como manda la ley, según el periódico The Washington Post.
Cuando abandonan el poder, los presidentes estadounidenses deben entregar a los Archivos Nacionales todas las cartas, notas, correos electrónicos y otras comunicaciones por escrito que estén relacionadas con sus funciones oficiales como mandatario, para su conservación.
El hecho de que Trump se llevara esas cajas a Florida plantea dudas sobre si pudo violar la Ley de Registros Presidenciales, que requiere la conservación de esos documentos, aunque la capacidad de los Archivos Nacionales de penalizar a quienes infrinjan la legislación es muy limitada.
Las cajas contenían regalos, cartas de líderes mundiales y otro tipo de correspondencia, según asesores de Trump que hablaron con el Post bajo condición de anonimato y que negaron que el expresidente actuara con malicia.
Entre los documentos había correspondencia que le envió el líder norcoreano durante el proceso de deshielo bilateral. El expresidente se refirió al intercambio epistolar con Kim Jong-un durante un discurso en el 2018 como «cartas de amor»: «Me escribió cartas hermosas y son cartas geniales. Nos enamoramos».
Entre los documentos devueltos está una carta escrita a mano que Barack Obama habría dejado para su sucesor en el despacho oval en el ala oeste de la Casa Blanca.
Llevarse esas cajas no ha sido el único problema que ha planteado Trump a los Archivos Nacionales: el expresidente rompía a menudo en pedazos documentos oficiales, que se enviaron a esa agencia estadounidense todavía en trozos o pegados, indica el Post.
Algunos de esos documentos rotos y después pegados con celofán están entre los que recibió el mes pasado el comité de la Cámara Baja que investiga el asalto al Capitolio de enero del 2021, de acuerdo con el rotativo.
Aunque todos los expresidentes recientes han infringido de alguna forma la Ley de Registros Presidenciales, la cantidad de documentos que se llevó Trump no parece tener precedentes, según las fuentes consultadas por el diario.
La ley contempla penas de hasta tres años de cárcel para quienes actúen con malicia a la hora de ocultar o destruir documentos, pero demostrar eso es difícil y los expertos consultados por el Post ven muy improbable que haya consecuencias de lo sucedido para Trump.