Así quiere Bruselas dejar a Rusia sin casi 7 de cada 10 euros que cobra por gas

J. Carballo / C. Porteiro BRUSELAS / REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

HANNIBAL HANSCHKE

La Comisión investiga a Gazprom por presuntas prácticas anticompetitivas

09 mar 2022 . Actualizado a las 11:58 h.

Alrededor del 45 % del gas y el 25 % del petróleo que compra la Unión Europea (UE) tienen sello ruso. La factura energética que le cobra Moscú a los Veintisiete cada año asciende a unos 110.000 millones de euros. Unos ingresos jugosos que también alimentan las cuentas del Kremlin. Las mismas que están financiando la guerra en Ucrania.

¿Cómo cortar esa dependencia sin provocar devastación entre empresas y hogares de todo el continente? Países como la República Checa y Letonia dependen en exclusiva del suministro de Gazprom, pero incluso España, que compra más gas a Argelia, también nota ese vínculo en los precios que paga en el mercado.

Bruselas no quiere esperar más tiempo para cerrar el grifo a Rusia. Lo hará, eso sí, de manera gradual, según anunció este martes la comisaria de Energía, Kadri Simson. La Comisión Europea no vetará la compra de hidrocarburos rusos, pero quiere recortar en dos tercios las compras este mismo año. Eso dejaría a Rusia sin casi siete de cada diez euros que le venía cobrando a los europeos. ¿Cómo lo hará?

Almacenamiento

El próximo mes de abril Bruselas detallará su propuesta para conseguir que la Unión Europea llegue al mes de octubre con el 90 % de sus reservas llenas. Hoy apenas están en el 27 %, debido a que el 30 % del gas se suele consumir en invierno y el país del este redujo el bombeo desde hace más de cinco meses. A países como Alemania, que importa más de la mitad del gas de Rusia, tan solo les queda un 26 % en la recámara, en contraste con el 58 % de España. Simson ha adelantado que se exigirá a todos los operadores que gestionan las reservas que lleguen a ese umbral aunque no explicó qué podría pasar si Gazprom, por ejemplo, se niega a cumplir. Además, se articulará un mecanismo «para repartir de forma justa los costes de garantizar el suministro», reforzando las interconexiones, para evitar cuellos de botella, y coordinando, si los países aceptan, las compras conjuntas de gas para abaratar los precios. Según cálculos de Bruegel, rellenar un 40 % de lo que nos suministra Rusia a los precios actuales del gas supondrá un sobrecoste de 70.000 millones de euros frente a los 12.000 de años anteriores.

Diversificar proveedores

Otra llave para reducir la dependencia rusa es la diversificación de las compras, desde aumentar el suministro de gas natural licuado (GNL) que proviene de Qatar, Estados Unidos (en máximos históricos), Egipto o el oeste de África, hasta el procedente de Australia, que es uno de los mayores exportadores, pero apenas se ha tanteado.

Los gasoductos que vienen de Azerbaiyán o Noruega están casi al límite de su capacidad, no como los que transportan el gas desde Argelia a España, que solo está utilizando el 27 % de sus capacidades de suministro, según Bruegel. Sus expertos alertan de las dificultades de encontrar proveedores: «El mercado global de GNL limita las posibilidades de redirigir el gas a Europa. El negocio se ha desarrollado a base de contratos a 20 y 25 años, necesarios para justificar las grandes inversiones que requiere la construcción de plantas licuadoras y terminales de recepción».

Acelerón a las renovables

No hay recetas mágicas para reducir la dependencia rusa. Todo pasa por acelerar el ritmo de instalación de renovables. El objetivo: multiplicar por dos la producción de biometano y la instalación de energía fotovoltaica y eólica para el 2025, antes de triplicar el ritmo de cara el 2030. También dar el impulso definitivo al hidrógeno. De forma paralela, Bruselas insta a los Gobiernos a que hagan fluir el dinero de las ayudas europeas del Next Generation EU a industrias y hogares para ganar eficiencia energética.

El petróleo no se toca

Rusia ingresa 261 millones de euros al día por el petróleo que vende a Europa, según un estudio de Transport & Environment, organización que pide a los Gobiernos  de la UE que se sumen al embargo que potencias como Estados Unidos y el Reino Unido han anunciado. La mayor parte de Estados miembros cuentan con reservas para 90 días o más, en caso de que Rusia corte el suministro, según Simson.

Gazprom, investigada

El gran gigante ruso, Gazprom, está en el punto de mira de Bruselas, que ha puesto en marcha una investigación para aclarar si la compañía, mayoritariamente controlada por el Estado, pudo haber manipulado el mercado de este hidrocarburo. «La empresa manifiesta un comportamiento de negocio inusual», explicó la Comisión Europea. Y las cifras lo corroboran. Mientras otros operadores están rellenando los almacenes de gas al 44 %, Gazprom lo ha hecho al 16 %. Algo inexplicable. La empresa controla el 72 % de la extracción de gas en Rusia y el 17 % de las reservas mundiales.