Los misiles hipersónicos, la baza secreta de Putin en Ucrania

E. V. Pita VIGO / LA VOZ

INTERNACIONAL

Un soldado inspecciona un misil hipersónico Kinzhal instalado en un caza MiG-31K durante las maniobras realizadas por Rusia en febrero antes de la invasión de Ucrania.
Un soldado inspecciona un misil hipersónico Kinzhal instalado en un caza MiG-31K durante las maniobras realizadas por Rusia en febrero antes de la invasión de Ucrania. RUSSIAN DEFENCE MINISTRY PRESS

Moscú admite haber lanzado a solo 100 kilómetros de la frontera de la OTAN su proyectil Kinzhal, capaz de burlar las defensas aéreas con un sistema de inteligencia artificial

19 mar 2022 . Actualizado a las 18:18 h.

Solo diez días antes de la invasión de Ucrania, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció que había desplegado en Siria dos cazabombarderos de combate dotados de misiles hipersónicos. Esta tecnología podría decidir el desenlace de la guerra de Ucrania. Las armas hipersónicas rompieron en el 2018 el tradicional equilibrio entre superpotencias. Rusia lo exhibió este año en unos ejercicios en Siria, aunque se desconocía si realmente funcionaban. El gran temor de Occidente era que Putin ensayase esta tecnología más veloz que el sonido con fuego real en Ucrania antes de reciclarlos como cabezas nucleares. Y el temor se hizo realidad este sábado en la población de Deliatin, en la región ucraniana de Ivano-Frankivsk, a solo 100 kilómetros de Polonia y de la frontera de la OTAN, donde el Ministerio de Defensa ruso admitió haber usado por primera vez este dispositivo.

 

El misil hipersónico es un vehículo maniobrable y autónomo que supera nueve o diez veces la barrera del sonido (1.225 km/h). Daría la vuelta al mundo en cuatro horas y recorre 2.000 kilómetros en quince minutos. Su punto fuerte es que es capaz de eludir las defensas antimisiles porque su ruta al blanco es calculada con inteligencia artificial (IA). En sus ensayos, Rusia los había lanzado desde buques, cazas de combate, drones y desde misiles intercontinentales y su plan es incluirlos en los submarinos en el 2025.

Trayectoria desconocida

Los misiles hipersónicos fueron diseñados para eludir las defensas estadounidenses y hacer obsoletos el equilibrio nuclear y la política de disuasión. Suponen un salto en la carrera armamentística entre Rusia, Estados Unidos y China. El Gobierno de Putin trabajó en los últimos años en el desarrollo de tres vehículos hipersónicos: el Avangard, el Zircon y el Kinzhal (el utilizado ahora en Ucrania). Su habilidad para sortear las defensas antiaéreas se debe a un truco: un algoritmo de IA calcula la mejor ruta para alcanzar el objetivo minutos antes de despegar. Es la única que conoce el itinerario.

El Avangard es un vehículo de planeo hipersónico lanzado con misiles balísticos que, una vez en el aire, toma una trayectoria de vuelo no balística y maniobrable hacia su objetivo. Las ventajas de este sistema son su velocidad y su capacidad para evadir las defensas. Los expertos del Pentágono señalan en un informe del 2021 sobre las armas de inteligencia artificial de Rusia que el gran desafío de estos vehículos de deslizamiento hipersónico es su dificultad para mantener y actualizar su telemetría. Eso se debe al calor extremo producido por su velocidad hipersónica a través de la atmósfera. Según el Pentágono, Herbert Efremov, el diseñador principal del sistema, desveló que el misil hipersónico calcula su camino antes de que realmente se lance, utilizando sistemas mejorados de IA, y que nadie sabe realmente qué ruta ha decidido tomar en su itinerario a su objetivo, ni siquiera el puesto de mando que lo lanzó.

Diez veces la velocidad del sonido

En diciembre del 2021, el misil hipersónico ruso Zirkón alcanzó una velocidad de Mach 9 (9.500 km/h) e impactó en una diana situada a 450 kilómetros, la mitad de la distancia que Rusia aspira a conseguir. El tercer modelo, el Zinzhal, puede acelerar a la velocidad de 10 Mach (12.225 km/h) y eludiría los sistemas antimisiles.

Los rusos también han creado su propio antídoto, el sistema de defensa antiaérea S-500 Prometey, de largo alcance y que, según admite el informe del Pentágono, es capaz de destruir satélites y bases espaciales en órbita baja, misiles balísticos intercontinentales, cualquier objetivo aéreo en un radio de 400 kilómetros y un misil hipersónico entrante a 600 kilómetros de distancia. Rusia produce de forma masiva este tipo de cohetes S-500, también conocidos como Triumfator.