Imputado el principal sospechoso por la desaparición de Madeleine McCann

La Voz REDACCIÓN

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El alemán Christian Brueckner se encuentra actualmente en una cárcel germana cumpliendo condena por tráfico de drogas

22 abr 2022 . Actualizado a las 17:27 h.

Quince años después de la desaparición de la niña británica Madeleine McCann en el sur de Portugal, la Justicia lusa avanza para desbloquear el caso tras identificar al presunto autor del secuestro, el alemán Christian Brueckner, preso en una cárcel alemana por otros delitos.

Las autoridades alemanas han dado luz verde a la acusación de la Fiscalía portuguesa contra Brueckner, de 44 años, que cumple condena por tráfico de drogas en Alemania y es investigado por varias violaciones, entre ellas, a una ciudadana estadounidense de 72 años y a una joven.

La pequeña Madeleine tenía tres años cuando fue raptada de la habitación donde dormía con sus dos hermanos pequeños, en un complejo turístico de Praia da Luz, en el Algarve, durante la noche del 3 de mayo del 2007.

Las sospechas contra Brueckner ganaron peso tras ser extraditado desde Portugal a Alemania en el 2017 acusado de un caso de abuso sexual a menores en Grecia.

Tras cumplir la mitad de la condena, abandonó su país, pero volvió a ser extraditado, esta vez desde Italia, por otro caso relacionado con las drogas.

Además, se le acusó de la violación de una mujer de 72 años en Praia da Luz y se le investiga por otra presunta violación de una mujer irlandesa en el 2004 en Portugal.

Rastreo del móvil

La investigación de sus movimientos demostró, por el rastro de su teléfono móvil, que se encontraba cerca del complejo de vacaciones donde se hospedaban los McCann la noche en la que Maddie fue secuestrada.

Brueckner tiene numerosos antecedentes penales por abusos sexuales, agresiones físicas, robos y delitos menores, en algunos casos cometidos durante su estancia en Portugal. En el Algarve vivía de trabajos ocasionales y también de robos en hoteles y apartamentos.

El sospechoso ha sido identificado tras una larga investigación en la que han participado el Departamento de Investigación y Acción Criminal de Faro y la Policía Judicial portuguesa, en cooperación con las autoridades inglesas y alemanas.

La errática investigación de la Policía portuguesa, las campañas internacionales impulsadas por los McCann y el desmesurado interés mediático que despertó, convirtieron la desaparición de Madeleine en un caso de alcance mundial. Antes de que surgieran sospechas sobre Brueckner, la policía portuguesa invirtió años en seguir pistas que no condujeron a nada y que alimentaron el misterio.

Uno de los responsables de la investigación terminó en los tribunales por un polémico libro en el que apuntaba contra los padres de la pequeña como autores de un homicidio accidental.

El caso ha quedado como uno de los grandes fracasos de la policía lusa, que acumuló más de 2.000 diligencias, 500 búsquedas en la zona y llegó a tener casi veinte sospechosos.