Durante el tiempo que estará fuera de Francia —este jueves asistirá a la cumbre de la Unión Europea en Bruselas, el fin de semana, a la cita del G7 en Baviera, y la semana que viene, a la cumbre de la OTAN en Madrid—, Macron consideró que las diferentes formaciones de la Asamblea Nacional «deberán clarificar la parte de responsabilidad y de cooperación que están dispuestas a asumir», si están preparados para «una coalición de gobierno» o si quieren «comprometerse a votar simplemente ciertos textos». «A mi vuelta, comenzaremos a construir una nueva configuración», concluyó Macron. En ningún momento de su intervención, el presidente francés nombró a Elisabeth Borne, que en tanto que primera ministra es quien debería llevar las riendas de todas estas transacciones con el resto de partidos políticos.