«Flying ginsu», el misil que cambia los explosivos por cuchillas letales y acabó con Al Zawahiri sin víctimas colaterales

F. E. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Cartel con la foto del terrorista de Al Qaida Ayman al Zawahiri como el más buscado del mundo por Estados Unidos.
Cartel con la foto del terrorista de Al Qaida Ayman al Zawahiri como el más buscado del mundo por Estados Unidos. FBI

El cohete es la nueva estrella del arsenal estadounidense

02 ago 2022 . Actualizado a las 14:05 h.

No circula por ningún lado ni una sola imagen de la última joya de la tecnología militar estadounidense. Solo elogios a su precisión y certeza, aunque el Pentágono siempre elude detallar en que operaciones ha sido utilizado para no dar pistas a sus potenciales enemigos. Responde al nombre de Hellfire RX9, pero en el arsenal estadounidense es más conocido como «Flying ginsu» y ya había sido probado con éxito en varias operaciones contra Al Qaida, primero en Irak y hace escasos meses en Siria contra el que era considerado el principal líder yihadista en la zona.

El nombre procede de un célebre anuncio de los años 70 en Estados Unidos en los que se elogiaba el poder de un cuchillo típico japonés, el Ginsu, que un par de décadas más tarde se popularizó también en España. La herramienta cortaba vidrio, latas metálicas y todo lo que se le pusiera por delante sin levantar astillas y con rapidez. En realidad era un invento de un estadounidense que utilizó la mística de los guerreros japoneses para ganarse el crédito de los potenciales compradores en larguísimos anuncios de televisión.

Pero esa eficacia es la que pretenden transmitir los creadores del nuevo dron más letal del mundo. Según los expertos, su principal ventaja es que no incluye explosivos, con lo que limita al máximo los daños colaterales de su uso en combate.

Teledirigido desde un sillón de videojuegos de una base militar estadounidense, el proyectil alcanzó a Ayman al Zawahiri a las 6.18 horas del pasado domingo, 31 de julio, en el balcón de su casa, el tercer piso de un edificio residencial de un suburbio de Kabul, sin causar daños ni a su mujer, ni a los dos hijos que convivían con ellos, ni tampoco a ninguno de los residentes en el inmueble.

Cuchillas en vez de explosivos

El ataque aéreo preciso ordenado por un Joe Biden aún convaleciente del covid reveló la eficacia del «Flying ginsu», que en su última versión incorpora varias cuchillas que se despliegan instantes antes del impacto para hacer trizas el objetivo y evitar las consecuencias que puede ocasionar una explosión para el entorno de la víctima.

De hecho, las propias autoridades talibanas reportaron el pasado domingo el impacto de un cohete en un edificio que, según esas fuentes, estaba desocupado y en el que no se habían registrado víctimas mortales.

«Fue un éxito total», presumió Joe Biden este martes tras confirmar el final de una de las pesadillas de los estadounidenses por su papel en la red terrorista que atacó el corazón de los Estados Unidos en el 11S.