Un movimiento británico insta a no pagar los recibos de energía por su alto precio

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Dispositivo para calcular el gasto mensual en energía en un hogar de Londres
Dispositivo para calcular el gasto mensual en energía en un hogar de Londres TOLGA AKMEN | EFE

Cien mil personas se sumaron ya a la campaña «Don't Pay»

19 ago 2022 . Actualizado a las 11:18 h.

La factura de la luz y la calefacción volverá a subir en el Reino Unido el próximo otoño y luego en año nuevo otra vez. La noticia no solo ha disparado las alarmas entre los británicos, sino que ha puesto en pie de guerra a miles de ellos, los cuales se están alistando para rebelarse contra el alza, que podría hacer que una familia promedio deba abonar un 216 % más que ahora.

Unas 100.000 personas han anunciado que se sumarán a la campaña de desobediencia civil impulsada por la organización «Don't Pay» (No pagues) y se han comprometido a cancelar los contratos que permiten que las eléctricas les carguen automáticamente en sus cuentas bancarias o tarjetas de crédito el pago de sus recibos o directamente dejar de pagarlos a partir de octubre. La medida persigue forzar al Gobierno y a las empresas a «sentarse en una mesa de negociación» para discutir una reducción de los precios de la energía y así «poner fin a esta crisis», se lee en la página de la agrupación.

Desde la organización esperan que un millón de británicos respalden su arriesgado plan, un objetivo que, admiten, es complicado, aunque advierten que un par de miles de clientes «serán suficientes para causarle problemas a las empresas eléctricas». El Ejecutivo del saliente Boris Johnson condenó la iniciativa, por ser «altamente irresponsable».

Las autoridades también advirtieron a quienes se rebelen contra el alza que eso repercutirá en su futuro financiero. ¿La razón? «Afectará a las calificaciones crediticias personales», explicó un portavoz de Downing Street. Es decir, la posibilidad de solicitar una hipoteca o una nueva tarjeta de crédito se reducirá.

Organizaciones caritativas también lanzaron serias advertencias. «Cualquier atraso se agregará al recibo. Esto significa que la persona deberá pagar los atrasos o perderá el suministro. El proveedor también puede cortar su suministro, pero afortunadamente esto es increíblemente raro», explicó Richard Lane, director de Stepchange, una agrupación que se dedica a ayudar a las personas a superar sus problemas financieros.

Estas advertencias fueron desestimadas por los organizadores de la campaña de desobediencia civil, los cuales recordaron que no es la primera vez que en el país se pone en marcha una iniciativa de esta naturaleza. A finales de los años 80 y principios de los 90 la administración de Margaret Thatcher se enfrentó a la negativa de millones de británicos a pagar un impuesto local (poll tax) aprobado para financiar a los ayuntamientos.

17 millones de personas se negaron en esa ocasión a pagar el tributo, aseguraron desde «Don't Pay», cuyos integrantes se mantienen en el anonimato para evitar represalias. 

El problema, para el próximo

La noticia de que seis millones de hogares británicos ya deben hoy 200 libras (236 euros) de promedio a las eléctricas no ha hecho más que reforzar las peticiones al Gobierno para que apruebe nuevas medidas para ayudar a los ciudadanos a lidiar con el alza de la factura de la luz. No obstante, Johnson ha descartado hacer algo en esta línea en los días que le restan en Downing Street.

«Estoy absolutamente seguro de que el próximo Gobierno tendrá la potencia de fuego fiscal y el margen para seguir cuidando a las personas como lo hemos hecho en todo momento», dijo. Los ciudadanos deberán esperar a que los tories elijan a su líder y nuevo mandatario del país para ver si este les echa una mano.