Los sindicatos califican de «gesto despiadado» el despido de cien empleados de Clarence House

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

La reina consorte, Camila, a su regreso a Clarecen House desde el palacio de Buckingham el pasado sábado.
La reina consorte, Camila, a su regreso a Clarecen House desde el palacio de Buckingham el pasado sábado. POOL | REUTERS

«La escala y la velocidad con la que se han anunciado revela una insensibilidad extrema», afirma el Sindicato de los Servicios Públicos y Comerciales

14 sep 2022 . Actualizado a las 19:20 h.

Como «un gesto despiadado». Así han calificado desde el Sindicato de los Servicios Públicos y Comerciales (PCS, por sus siglas en inglés) la decisión del rey Carlos III de despedir al personal de Clarence House, su antigua residencia oficial en Londres.

«Si bien era de esperarse que se produjeran algunos cambios en las distintas instancias de la casa real, producto del cambio de papeles en la familia real, la escala y la velocidad con la que se han anunciado revela una insensibilidad extrema. Más aún porque todavía no está del todo claro qué personal podría necesitar el nuevo príncipe de Gales [Guillermo] y su familia», afirmó Mark Serwotha, secretario general de la organización sindical, la cual representa a algunos de los funcionarios reales afectados.

El martes, el diario The Guardian reveló que Carlos II ordenó prescindir de un centenar empleados de Clarence House, en virtud de su traslado al palacio de Buckingham. Entre los trabajadores apercibidos se encuentran secretarios privados, el equipo de comunicaciones, la oficina de finanzas y el personal doméstico de Clarence House. Recibieron la notificación cuando se estaba celebrando en Edimburgo la primera misa de despedida de la difunta reina.

Pese a los enfados percibidos en dos actos oficiales, los británicos ven ahora con mejores ojos a Carlos III que durante su etapa como príncipe de Gales. Según un sondeo de YouGov, el 63 % de los británicos creen que será un buen rey, casi el doble de quienes pensaban así en mayo. Aunque hay que recordar que Isabel II falleció con casi el 80 % de aprobación. No obstante, la potencial abdicación en su hijo tiene ahora más adeptos que con la difunta Isabel II. El 35 % considera que el nuevo rey debe retirarse en algún momento y dejar paso a su hijo, el príncipe Guillermo, a pesar de que en mayo solo el 25 % planteaba esta opción para la entonces reina.