Lula da Silva se rodea de leales en el núcleo duro de su Gobierno
INTERNACIONAL
Haddad se ocupará de relanzar la economía pese al recelo de los mercados
09 dic 2022 . Actualizado a las 20:51 h.Lula da Silva apuesta por personas de su confianza y con perfiles marcadamente políticos para el núcleo duro de su futuro Gobierno, que echará a andar dentro de tres semanas. «Brasil necesita más democracia, salud, educación, y ese es el país que va a nacer a partir del primero de enero», expuso el presidente electo brasileño este viernes, al desvelar quiénes van a ser los ministros que dirijan las carteras más importantes del país.
El elegido para relanzar la economía desde la cartera de Hacienda es Fernando Haddad, exalcalde de São Paulo, exministro de Educación y una de las personas en las que más confía Lula. Prueba de ello es que este abogado y profesor de universidad fue seleccionado por el Partido de los Trabajadores (PT) como el candidato a las presidenciales en el 2018 —cuando el entonces juez Sergio Moro envió al exmandatario a prisión—, aunque fue derrotado en segunda vuelta por el ahora presidente saliente, Jair Bolsonaro. Haddad no es el favorito de los mercados, que preferían perfiles más liberales o que hubieran desempeñado cargos que tuvieran que ver con las finanzas del país.
Banqueros y grandes empresarios, según filtraron medios brasileños, habían alertado a Lula sobre la posible elección del académico de 59 años, pero finalmente el futuro presidente decidió hacer oídos sordos y apostar por su amigo y fiel escudero. En cualquier caso, el Ibovespa, principal índice bursátil brasileño, crecía un 0,64 %. Haddad tampoco era la opción predilecta de parte del PT, que creen que se vuelve a privilegiar a la élite universitaria de la formación.
El líder izquierdista optó por perfiles políticos y no técnicos, consciente de que buena parte del trabajo de los ministros será lidiar con un Congreso dividido y de mayoría conservadora, y se necesitarán personas que sepan negociar y navegar en esas aguar turbulentas.
A ese perfil responde el nuevo ministro de Defensa, José Mucio, de 74 años, que tiene buena relación con los militares e incluso con Bolsonaro, y que tendrá la ardua misión de despolitizar a unas Fuerzas Armadas que fueron uno de los principales apoyos del presidente saliente.
Para Exteriores, Lula recupera a Mauro Vieira, que ya ocupó esa cartera en los dos últimos años del mandato de Dilma Rousseff. Los exgobernadores Rui Costa y Flavio Dino se ocuparán, respectivamente, de la cartera de Presidencia y de la de Justicia.
Una de las primeras críticas a los cinco nombramientos es que todos son hombres y blancos, a excepción de Dino. Lula defendió que habrá representatividad de «toda la sociedad brasileña» en el Gobierno. «Tendremos otros ministerios con mujeres, negros y negras, e indígenas», escribió en las redes sociales.
Tampoco hay en los primeros nombramientos rastro de la docena de formaciones de izquierda y derecha que apoyaron la candidatura de Lula, bajo el argumento de la defensa de la democracia. El presidente electo ha decidido que los cargos más importantes salgan de su entorno más cercano.