El héroe de la masacre de Monterey

Diana Martínez MADRID | COLPISA

INTERNACIONAL

Momento en el que Brandon Tsay se enfrentó al tirador y le arrebató el arma gritándole: «Vete, lárgate de aquí»
Momento en el que Brandon Tsay se enfrentó al tirador y le arrebató el arma gritándole: «Vete, lárgate de aquí» NBC News

Brandon Tsay, un joven de 26 años, se enfrentó al tirador y le arrebató el arma en la entrada de la segunda discoteca californiana evitando un nuevo tiroteo

24 ene 2023 . Actualizado a las 18:39 h.

Un golpe de adrenalina. Eso es todo lo que necesitó Brandon Tsay, un joven de 26 años, para convertirse en el héroe de la masacre de Monterey, en California, donde un tirador de 72 años, Huu Can Tran, disparó a una discoteca matando a once personas. Un resultado que intentó repetir en un segundo salón de baile, pero le salió el tiro por la culata. Tsay se encontraba en el lugar y no le puso las cosas fáciles. «Mi corazón se hundió, sabía que iba a morir», declaró al diario The New York Times.

A pesar del miedo, el joven programador se enfrentó al tirador y le arrebató el arma, logrando así evitar que el sospechoso de origen asiático siguiera asesinando a inocentes. «Ese momento fue instintivo. Algo ocurrió allí. No sé qué me pasó», expresó, aún asombrado por sus propios actos. Y no es para menos.

Las redes sociales destacan su hazaña con vídeos que se han viralizado en las últimas horas. En los mismos, imágenes captadas por las cámaras de vigilancia de la segunda discoteca (Lai Lai Ballroom & Studio) muestran cómo el tirador accede al interior de la salón pero poco después es sacado por la fuerza por el joven Tsay, que le agarra el cañón del fusil y logra arrebatársela. «Por su lenguaje corporal, su expresión facial, sus ojos, estaba buscando personas», afirmó el héroe al rotativo estadounidense.

Intenso forcejeo

Durante al menos medio minuto, Tsay se hace con el arma y la aleja lo más posible de Tran. Tras el intenso forcejeo, el varón de 26 años le apunta y grita: «Vete, lárgate de aquí». El tirador, ante la situación y sin poder seguir con sus planes de asesinato a falta del fusil, se ve obligado a huir de la escena de un crimen que nunca llegó a producirse gracias a la valentía de un joven.

Tsay se encontraba esa noche en la discoteca que había sido fundada por sus abuelos. En el momento previo al ataque, él observaba a los bailarines cuando de repente levantó la vista y se percató del sospechoso, que le apuntaba con un arma. Lo que él no sabía, explica al The New York Times, es que Tran habría matado a once personas apenas diez minutos antes en otro salón de baile similar en las cercanías de Monterey Park. Nunca había visto un arma de cerca, pero, nada más verlo, el joven tuvo claro que el atacante no estaba allí para robar sino para matar.