Francia juzga a cuatro neonazis por planear atentados contra instituciones judías y mezquitas

Beatriz Juez PARÍS / COLPISA

INTERNACIONAL

El presidente francés, Emmanuel Macron
El presidente francés, Emmanuel Macron Michel Euler | REUTERS

El principal acusado, un exgendarme, dejó por escrito su intención de «vengar» los asesinatos yihadistas del 2015

20 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro miembros de un grupo neonazi francés se sientan hasta el próximo 30 de junio en el banquillo de los acusados en el Tribunal Penal de París por «asociación de malhechores con fines terroristas». En el 2017 y el 2018, presuntamente, planearon atentados contra mezquitas, instituciones judías y un mitin del líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, entre otros objetivos. Si son encontrados culpables, la condena podría ascender a entre 20 y 30 años de prisión.

El caso es el primero en que un grupo ultraderechista acaba juzgado en un tribunal penal por terrorismo en Francia. El fiscal general, Olivier Dabin, advirtió al inicio del juicio de «una amenaza concreta, nueva, inquietante y creciente que es la de los asesinatos en masa inspirada en los países anglosajones que tiende a ser importada sobre nuestro territorio». La audiencia será finalmente pública —al principio se planteó que fuera a puerta cerrada porque uno de los acusados era menor cuando fue arrestado—, ya que la opinión pública «merece ser informada de la realidad de esta amenaza, de las modalidades de acción y de sus proyectos».

Los acusados que hoy tienen entre 19 y 28 años, se conocieron en un foro privado en la red social Discord llamado Proyecto WaffenKraft. En sus conversaciones hablaron, entre otras cosas, de cometer ataques terroristas. Un quinto miembro del grupo, de 14 años en el momento de los hechos, fue juzgado en diciembre por un tribunal de menor y condenado a dos años de prisión con suspensión de pena.

Mélenchon, también objetivo

Según la Fiscalía, en el punto de mira de este grupo ultraderechista había mezquitas, el Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (Crif), la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (Licra), el Parlamento Europeo y mítines de Jean-Luc Mélenchon, el líder de La Francia Insumisa. En el primer día de juicio, el principal acusado, el exgendarme Alexandre Gilet, un joven neonazi fascinado por los yihadistas, reconoció que se había «radicalizado» tras la ola de atentados del 2015 en Francia. «Contemplé proyectos violentos. Pero no me sentí psicológicamente en capacidad de pasar al acto», aseguró el acusado, que llegó a comprar productos susceptibles de ser utilizados para la fabricación casera de explosivos.

Según France Info, en un registro del domicilio de Gilet, la Policía francesa encontró armas de fuego largas y cortas, dos Kalashnikov, abundante munición, una granada y un equipo de laboratorio para fabricar artefactos.

En su ordenador y su móvil descubrieron, además, vídeos y fotografías de un entrenamiento con armamento y explosivos que este grupo ultraderechista realizó en un bosque, donde se les ve haciendo el saludo nazi.

El principal acusado dejó escrito un manifiesto en el que detallaba los planes para «vengarse» por los atentados yihadistas del 2015, incluido un ataque con camión-bomba. En sus escritos también mostraba su admiración por el terrorista de extrema derecha Anders Behring Breivik que en julio del 2011 asesinó a 77 personas en Noruega. Otro de los miembros del grupo aseguró que Gilet quería hacer «una carnicería peor que el Bataclan», la sala donde el extremismo islámico mató a 90 personas en noviembre del 2015.