Prigozhin dice que no quería derrocar a Putin, que garantiza la seguridad a los mercenarios

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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El presidente ruso, Vladimir Putin, instantes antes de su mensaje televisivo
El presidente ruso, Vladimir Putin, instantes antes de su mensaje televisivo SPUTNIK | REUTERS

Los miembros de Wagner podrán sumarse al Ejército ruso o irse a Bielorrusia, como su líder

27 jun 2023 . Actualizado a las 18:40 h.

El futuro del ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, es más incierto que nunca tras el motín del líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, quien ayer reapareció tras el levantamiento del sábado para asegurar que su intención no fue «derrocar al Gobierno legalmente elegido», sino «evitar la desaparición de Wagner». Horas después, en un mensaje televisado, el presidente Vladimir Putin ofreció a los mercenarios que se sublevaron el fin de semana contra la cúpula militar que se unan al Ejército regular del país o se marchen a Bielorrusia junto a su líder. En cualquier caso, la crisis aún no se ha cerrado y el caso penal contra Prigozhin sigue abierto.

Tras las tensas horas vividas el sábado en Rusia, el primero en reaparecer este lunes fue Shoigú. El Ministerio de Defensa publicó un vídeo en el que se ve a su titular inspeccionando algunas de las unidades rusas que combaten en Ucrania. El ministro no había aparecido en público desde el viernes, en una reunión del Consejo de Seguridad presidida por Putin, y se mantuvo en silencio durante todo el fin de semana que duró la rebelión de Wagner. No obstante, el vídeo carece de referencias temporales, por lo que se desconoce si fue grabado antes o después de la sublevación.

Con todo, los expertos subrayan que la publicación en sí del vídeo pretende mostrar que el ministro, cuya destitución exigió Prigozhin en su motín, sigue por el momento en su cargo.

Posible sustituto

Y es que Putin es conocido por no tomar decisiones en caliente y la posible salida de Shoigú del Ministerio de Defensa podría aún dar que hablar durante algún tiempo. Sin embargo, también aumentan los rumores sobre un eventual próximo nombramiento del gobernador de la región de Tula, Alexéi Diumin, como sustituto de Shoigú.

Sea como fuere, el nombre de Diumin, un militar de carrera y exguardia de seguridad de Putin, ha copado este lunes las páginas de muchos periódicos y las redes sociales. Varias fuentes rusas llegaron estos días a afirmar que el pacto alcanzado entre el Kremlin y Wagner para que desistiesen de su avance sobre Moscú fue un mérito diplomático de Diumin y no del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, quien se lo adjudicó oficialmente.

Prigozhin, cuyo rastro se perdió a última hora del sábado, cuando abandonó con sus hombres la ciudad rusa de Rostov del Don, donde iniciaron su sublevación, aseguró ayer, a través de un mensaje en Telegram, que «el objetivo de la marcha era evitar la destrucción de Wagner», cuyas unidades, según una orden de Shoigú, fueron conminadas a desmantelar su estructura de mando e integrarse en las filas de las Fuerzas Armadas rusas antes del 1 de julio, lo que Wagner rechazó. Se trataba también, dijo, de «llevar ante la Justicia a quienes cometieron tantos errores durante la operación militar especial» en Ucrania.

El hecho de que la crisis aún no está cerrada también lo evidencia que todavía no se ha anulado el caso penal contra Prigozhin, según el diario ruso Kommersant y agencias oficiales.

Por último, a última hora de ayer, compareció el presidente ruso y anunció que los mercenarios, que en su opinión fueron «utilizados», pueden elegir entre firmar contratos con el Ministerio de Defensa para seguir combatiendo, dejar las armas o marcharse a Bielorrusia como su líder. Putin subrayó además que «desde el mismo comienzo de todo» él mismo dio «instrucciones directas» para «evitar un gran derramamiento de sangre». «Esto supuso tiempo y quienes cometieron un error tuvieron la opción de pensarlo dos veces», remarcó.