El caos y la violencia se adueñan de Francia

Asunción Serena PARÍS / COLPISA

INTERNACIONAL

Un autobús calcinado, en la cuarta noche de disturbios en Francia
Un autobús calcinado, en la cuarta noche de disturbios en Francia MOHAMMED BADRA | EFE

El presidente Emmanuel Macron aplaza su visita de Estado a Alemania, la primera en 23 años, ante la incapacidad del Gobierno de atajar el clima casi de insurrección que vive el país

02 jul 2023 . Actualizado a las 12:08 h.

El Gobierno francés se ha mostrado hasta ahora incapaz de atajar el caos y la violencia que ha sembrado por todo el país la muerte de Nahel, un joven de 17 años, a manos de la policía en Nanterre, en la región parisina. Ante el clima casi de insurrección que vive Francia —y a pesar de que según Interior, el nivel de violencia había descendido la noche del viernes al sábado—, el presidente Emmanuel Macron se ha visto obligado a anular la visita de Estado a Alemania que tenía previsto comenzar esta noche y que hubiera sido la primera en 23 años.

El presidente de la República no podía permitirse estar ausente del país y dar un nuevo paso en falso, como el cometido el pasado miércoles, y que le ha sido ampliamente reprochado. Durante la segunda noche de altercados, Macron disfrutó junto a su esposa de un concierto de Elton John en la sala Accor Arena.

Además, aunque Interior señale que la violencia disminuyó, la noche del viernes fueron detenidas más de 1.300 personas por participar en los disturbios que se saldaron con 1.350 vehículos quemados, 234 edificios incendiados o dañados y 2.560 fuegos en la vía pública, además de ataques a 31 comisarías, 16 puestos de policía municipal y 11 cuarteles de la gendarmería.

Gira de ministros

Para intentar ofrecer a los ciudadanos una imagen de que sus gobernantes están junto a los ciudadanos que sufren las consecuencias de los insurgentes, Macron envió ayer a sus ministros sobre el terreno. El titular de Justicia, Eric Dupont-Moretti, se desplazó a Créteil donde fustigó el papel de las redes sociales como amplificador de las violencias, y la pasividad de los padres que dejan a sus hijos de 13 años deambular por la calle cuando lo que van a hacer es «robar en las tiendas y joyerías, o saquear ayuntamientos o comisarías».

El ministro de Economía, Bruno Le Maire, hizo un balance de los daños causados por las violencias de estos últimos días, aunque es demasiado pronto para cuantificar su valor: una decena de centros comerciales, 200 comercios de moda y alimentación, 250 estancos y 250 agencias bancarias que han sido objeto de robos y saqueos. También pidió a las aseguradoras que indemnicen lo más rápidamente posible a los comerciantes y anunció el «aplazamiento del pago de las cotizaciones a la Seguridad Social y de los impuestos» de todos los empresarios afectados.

En cuanto al ministro del Interior, Gérald Darmanin, denunció que un grupo de policías recibieron disparos de un fusil y anunció que de nuevo iban a movilizar 45.000 policías y gendarmes, especialmente en Lyon y Marsella, las ciudades que más han sufrido estos últimos días.

Entierro de Nahel

Mientras Francia se prepara para una quinta noche de altercados, Nahel fue enterrado este sábado en Nanterre en un ambiente «muy tenso», según los periodistas presentes que se mantuvieron a distancia, igual que las personalidades políticas. Los abogados de la familia del joven habían emitido un comunicado en el que pedían a la prensa que no acudieran a los funerales para evitar cualquier «interferencia mediática» y por respeto a la familia.

Solo los amigos, varias decenas de jóvenes, pudieron acudir al tanatorio mientras en el exterior se concentraban los habitantes de Nanterre que conocían a la familia y que quisieron asistir para apoyar a la madre de Nahel. Ocho personas portaron a hombros el ataúd blanco hasta la mezquita Ibn Badis, donde tuvo lugar una ceremonia antes del entierro en el cementerio del Mont-Valérien.