Los propietarios de comercios devastados en Lyon: «Saquearon todo, parecía que se había desatado una guerra civil»
INTERNACIONAL

La violencia callejera se ha cobrado ya la primera víctima, un chico de 19 años que participaba en el asalto a un supermercado y se cayó del techo
02 jul 2023 . Actualizado a las 17:35 h.La violencia ha tomado las calles de París, Nanterre, Marsella, Lille, Lyon o Estrasburgo, entre otras ciudades, desde que el pasado martes un agente disparara a Nahel, el joven de 17 años que perdió la vida por saltarse un control policial cuando conducía sin carné. El saqueo de las tiendas se está convirtiendo también en uno de los objetivos de los manifestantes, mientras los comerciantes afectados reconoce estar en estado de shock al ver sus establecimientos devastados. «Parecía que se había desatado una guerra civil», afirmaba a la emisora de radio FranceInfo Kelly Ingargiola, presidenta de la asociación de comerciantes de la calle Víctor Hugo de Lyon.
«Estamos en la mira, tienen la impresión de que somos multimillonarios», protestaba uno de los comerciantes de esa misma calle. «Saquearon todo. Pasó un tornado: lleno de morteros y petardos dentro de la tienda. No fue un espectáculo agradable», asegura el gerente de una franquicia de lencería que reconoce estar angustiado por la situación y por esta oleada de «violencia injustificada».
Pero la peor parte, sin duda, se la han llevado las tiendas de videojuegos y electrónica. Una circunstancia que puede estar relacionada con el hecho de que el 30 % de los alborotadores arrestados son menores de edad. Según la Policía, buena parte de los detenidos son jóvenes de entre 12 y 18 años y suelen actuar en grupo. Utilizan canales como WhatsApp o Telegram para organizarse y comunicarse. Es por ello, Macron ya hizo un llamamiento «a la responsabilidad» de los padres para que sus hijos se queden por la noche en casa y no participen de los disturbios.
La violencia ya se ha cobrado la primera vida. Un chico de 19 años que participaba en el saqueo de un supermercado murió el viernes al caer desde el techo del establecimiento en Petit-Quevilly, localidad del noroeste de Francia.
Al igual que ocurrió en las protestas contra la reforma de las pensiones, también se ha detectado la presencia de grupos de extrema izquierda que aprovechan los disturbios para sembrar el caos. «Hay una instrumentalización inaceptable de la muerte de un adolescente, que todos deploramos, cuando debería ser la hora del recogimiento y del respeto», dijo Macron.