El G7 se compromete a ser el escudo de Ucrania hasta que ingrese en la OTAN

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Joe Biden y Volodímir Zelenski al término de la cumbre de la OTAN en Vilna.
Joe Biden y Volodímir Zelenski al término de la cumbre de la OTAN en Vilna. VALDA KALNINç | EFE

Los países del Indopacífico se acercan al organismo ante la amenaza China

13 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Si la jornada de la cumbre de la OTAN celebrada en Lituania del martes fue agridulce para Kiev por la ausencia de una fecha para que reciba su invitación formal para adherirse a la Alianza, la de ayer fue «un éxito» para todos los asistentes. Entre otras cosas porque, allanado el camino para su futuro ingreso, los miembros del G7 rubricaron un compromiso para servir de escudo a Ucrania mientras completa el camino que le lleve a integrarse en el conglomerado militar más grande del mundo. «El G7 seguirá apoyando a Ucrania. Nuestra solidaridad nunca flaqueará», declaró Fumio Kishida, primer ministro japonés, en el momento de anunciar el acuerdo.

Un buen trato para Kiev, que ahora tiene garantizado que las siete economías más fuertes del mundo facilitarán un paquete de ayudas que va desde el envío de armas y la formación de soldados ucranianos en armamento moderno hasta intercambio de información de Inteligencia. Además, en caso de ataque ruso a cualquiera de ellos, Ucrania participaría en las consultas «inmediatamente» para determinar «los pasos apropiados» a tomar.

Zelenski saldrá de Vilna, la capital lituana, con más ayudas militares bajo el brazo: el Reino Unido y Australia se comprometieron a enviar más carros de combate, Alemania dará otros 770 millones de euros en ayudas junto a otros 200 de Noruega y Francia aseguró que enviará, sin fecha exacta, misiles Scalp a suelo ucraniano.

En una breve reunión posterior a la cumbre, el presidente estadounidense, Joe Biden, le comunicó a su homólogo ucraniano que «entiende» su frustración por la lentitud en la toma de decisiones y los envíos de armas de la OTAN, y le recordó que es un «ejemplo para todo el mundo de lo que constituye tener un coraje genuino».

«Más unida que nunca»

Al término de la cumbre, Biden afirmó que la Alianza Atlántica es «más fuerte, tiene más energía y está más unida que nunca». El presidente estadounidense proclamó que la OTAN es más importante que nunca y enmarcó la guerra en Ucrania en una lucha a nivel global entre las democracias y las autocracias del mundo.

«Nuestro compromiso con Ucrania no se debilitará. ¡Defenderemos la libertad hoy, mañana y el tiempo que sea necesario!», sostuvo casi a gritos en un emotivo discurso en la Universidad de Vilna, decorada con banderas lituanas y estadounidenses que colgaban de la fachada.

Frente a Biden aplaudían y vitoreaban centenares de personas, muchas ataviadas con los colores azul y amarillo de la bandera ucrania (símbolos del cielo y el cereal) y que agitaban eufóricas pequeñas banderas de Estados Unidos y Ucrania.

Protagonismo Indopacífico

En la cumbre de Vilna, los cuatro países invitados del Indopacífico —Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda— también tuvieron un especial protagonismo debido a las amenazas «del fuerte crecimiento militar de China, la modernización y expansión de su fuerza nuclear» y por el misil balístico de largo alcance disparado por Corea del Norte en la mañana de ayer hacia el mar del Este, según destacó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

El primer ministro Kishida se mostró convencido de que «la seguridad de Europa y la del Indopacífico son inseparables» tras firmar con Stoltenberg el programa de Asociación Personalizado que adoptarán la Alianza y Japón hasta el 2026 y que se centra en la colaboración en materia espacial, ciberseguridad y la lucha contra la desinformación. Algo que, junto al compromiso nipón de enviar sistemas de detección de drones a Ucrania, llevó a Kishida a ser una de las figuras más brillantes de la cumbre. Biden le felicitó en repetidas ocasiones públicamente y Stoltenberg dijo de él que «ningún otro socio es más cercano a la OTAN que Japón».

Los invitados del Indopacífico comulgaron con Stoltenberg en la idea de la cooperación. «Creo que nosotros, el AP4, deberíamos hacer piña con la OTAN para establecer una postura de seguridad colectiva fuerte», dijo el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol. Un punto y final a una cumbre en la que la Alianza sale reforzada ante la amenaza de una Rusia cada vez más debilitada.

España liderará el batallón de la Alianza en Eslovaquia y apoyará en Rumanía

España saca jugo de la cumbre de la OTAN en Vilna. Unos 700 militares españoles del Ejército de Tierra liderarán el batallón de la Alianza en Eslovaquia, que pasará a tener 2.100 efectivos, y otros 250 darán apoyo a la misión del conglomerado en Rumanía, que continuará bajo liderazgo francés. Todo ello, según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para contribuir al «esfuerzo aliado», para «lograr una paz justa y duradera» y mostrar «solidaridad» con el flanco oriental.

Nuestro país ya tiene desplegado en Rumanía un radar de vigilancia aérea y 40 militares del Aire encargados de su mantenimiento, además de haber enviado en ocasiones aviones de combate en el marco de la misión Policía Aérea Reforzada.

Con ello, España vuelve a comprometerse con su participación activa en misiones del conglomerado militar, el as en la manga de nuestro país para poder retrasar la asunción del gasto del 2 % del PIB en Defensa hasta el 2029. Menos gasto, pero alta colaboración con los países aliados.

Además del batallón de Eslovaquia y la misión en Rumanía, España también participa en la misión Presencia Avanzada Reforzada-Letonia del país báltico, donde hay desplegados 650 efectivos del Ejército de Tierra además de carros de combate Leopardo 2E y Pizarro. A ello hay que sumarle una unidad de defensa antiaérea que cuenta con una batería NASAMS además de otros vehículos blindados y artillería, según indica el ministerio de Defensa. Por otro lado, en Estonia también hay desplegadas dos baterías de misiles antiaéreos NASAMS.

España sale así con buena imagen ante sus aliados un año después de la cumbre de Madrid. No sin que, además, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidiera a Sánchez que reactive el proceso de adhesión de su país a la UE, aunque depende de todos los miembros de la Unión.