El Gobierno de Israel anota su primer triunfo de la reforma judicial e ignora las protestas
INTERNACIONAL

El Parlamento aprobó una de las leyes claves del proyecto de Netanyahu mientras se anuncian más manifestaciones
24 jul 2023 . Actualizado a las 21:28 h.Las largas semanas de protestas multitudinarias no han podido con Benjamin Netanyahu y el Parlamento ha aprobado este lunes un punto clave del paquete propuesto para la reforma de la Justicia en Israel. La presencia de miles de manifestantes a las puertas de la Knéset y un debate de más de 30 horas en la Cámara no lograron su objetivo y la conocida como «prueba de razonabilidad», por la que el Tribunal Supremo podía cuestionar leyes y nombramientos del Legislativo en base a su sensatez, quedó anulada por 64 votos a cero, tras el boicot de una oposición que abandonó el hemiciclo.
La decepción de manifestantes y detractores de Netanyahu fue la cruz de la jornada. La cara la formaron los políticos del Gobierno como el ministro de Justicia, Yariv Levin, quien se mostró exultante tras este «primer paso en un proceso histórico para corregir el sistema judicial». El responsable de Economía, Bezalel Smotrich, dijo: «No dejamos piedra sin remover hasta el último minuto, pero la oposición lamentablemente se opuso» a cualquier tipo de compromiso.
El ex primer ministro Yair Lapid dijo exactamente lo mismo, pero en sentido opuesto: «En las últimas semanas y especialmente en las últimas 48 horas, hicimos todo lo posible para llegar a un acuerdo tal y como prometimos», pero no fue posible, recogió el diario Times of Israel. Para Lapid se trató de «un día triste» y denunció que el Ejecutivo «rompe las reglas del juego» porque «puede elegir la dirección del Estado, pero no puede decidir el carácter del Estado». A su modo de ver, Netanyahu se ha convertido en «una marioneta en manos de los extremistas».
Eliminar la prueba de razonabilidad era prioritario para el actual Gabinete ya que afectó directamente a la formación de Gobierno tras las últimas elecciones. El Supremo rechazó el nombramiento de Aryeh Deri como ministro de Interior y Salud debido a sus condenas penales por fraude y sobornos, la más reciente de enero del 2022. Netanyahu acató la decisión, Deri perdió la cartera y denunció ser víctima de una «sentencia política». Esto no volverá a suceder.
El diálogo entre partidos, liderado por el presidente, Isaac Herzog, no ha logrado su objetivo e Israel es un país cada vez más dividido. La «prueba de razonabilidad» es el primer paso de una serie de medidas que buscan someter el Tribunal Supremo al control del Gobierno. Los siguientes pasos en la hoja de ruta establecida por Netanyahu, que deben superar siempre tres votaciones en el Parlamento para salir adelante, serán la llamada «cláusula de anulación», que permite al Supremo echar atrás leyes que considera inconstitucionales (aunque Israel no tiene Constitución) y la manera de elegir a los magistrados que conforman este alto tribunal.
La felicidad en el seno del Ejecutivo se tradujo en preocupación en boca de un presidente cuya posición es puramente simbólica en el sistema del Estado judío. La mayoría sólida de Netanyahu en la Cámara, con el apoyo de ultraortodoxos y ultranacionalistas sionistas, le permite avanzar con paso firme en las reformas. El número y volumen de las protestas es histórico, pero insuficiente para frenar los planes del considerado por los medios locales como «el Gobierno más radical» de la historia de Israel. En palabras de Herzog, «este es un momento de emergencia y se debe llegar a un acuerdo», pero sus palabras no afectaron a la votación final en el Parlamento.
Nuevas movilizaciones
Las calles recibieron la aprobación de la nueva ley con un llamamiento para endurecer las movilizaciones. El Movimiento para la Calidad del Gobierno, motor de las acampadas, el cierre de carreteras o la marcha masiva a Jerusalén de los últimos días, anunció más protestas y lamentó que «nadie puede predecir el daño que hará la aprobación de la nueva ley».
Los movimientos sociales que se oponen al Gobierno cuentan con el respaldo de un grupo importante de reservistas del Ejército. Hasta el momento, más de 10.000 reservistas se han comprometido a dejar de presentarse al servicio si se promulga la reforma, o parte de ella. Herzi Halevi, responsable del Ejército, recordó la importancia de mantener «un ejército fuerte y unido» para «seguir existiendo como Estado en esta región». El servicio militar en Israel es obligatorio y dura tres años; después el período en la reserva se alarga hasta que se cumplen los 40 años. A partir de este momento, quien no acuda a filas no puede ser castigado.