No hay nada concreto contra el presidente, aunque haya mucho contra su hijo Hunter Biden, de 53 años, al que investiga un fiscal especial por cargos que van desde la evasión de impuestos, hasta posesión de armas ilegales o trabajar como lobista sin registrarse
05 sep 2023 . Actualizado a las 16:58 h.En toda la historia de EE.UU., solo tres de sus presidentes han enfrentado una votación de impeachment y apenas dos sufrieron el juicio político que supone. Uno de ellos fue Donald Trump, en dos ocasiones. Ofensa que el magnate y sus seguidores quieren vengar poniendo a Biden en el mismo brete.
El impeachment de la revancha está cada día más cerca de materializarse, porque el ala extremista del Partido Republicano en la Cámara Baja ha puesto al portavoz Kevin McCarthy contra la pared. «Ya he decidido que no votaré para dotar de fondos al gobierno a menos que haya antes una investigación de impeachment contra Joe Biden», anunció la congresista republicana adherida a las teorías de QAnon, Marjory Taylor Greene, el jueves pasado en un video a sus seguidores.
Llevarlo a votación sería una humillación para el presidente, aunque no está claro que el partido conservador uniese fuerzas para iniciar el proceso. Ayer se supo que la Casa Blanca no va a esperar a que eso ocurra para prepararse. Ya ha contratado dos docenas de abogados para defenderse y preparar la respuesta. No hay nada concreto contra el presidente, aunque haya mucho contra su hijo Hunter Biden, de 53 años, al que investiga un fiscal especial por cargos que van desde la evasión de impuestos, hasta posesión de armas ilegales o trabajar como lobista sin registrarse.
Los republicanos se niegan a creer que el vástago del mandatario vendiese por el mundo la influencia en el gobierno sin la colaboración de su padre. De iniciarse, sería la primera vez en la historia que se haría un juicio de impeachment sin causa probable y, además, por hechos que ocurrieron antes de que el presidente jurase el cargo, ya que la época más oscura de Hunter Biden ocurrió mientras su padre era vicepresidente con Obama.
Trump quería utilizar eso para manchar su nombre durante la campaña presidencial que acabó perdiendo contra él. Ese fue el motivo de la polémica llamada a Volodímir Zelenski en septiembre del 2019, que le costó su primer juicio de impeachment, cuando prácticamente chantajeo a otro presidente con una visita a la Casa Blanca a cambio de que abriera una investigación por corrupción contra Hunter Biden.
Acceso a altas esferas
Había motivos para desconfiar. Pese a no tener experiencia en el sector, la compañía energética Burisma Hoding Ltd contrató al hijo del vicepresidente de EE.UU. para servir en su Consejo de dirección sin que nunca pusiera un pie en Ucrania y le pagó un millón de dólares al año entre el 2013 y el 2018. Por esa época la oveja negra de los Biden quemaba crack en hoteles de lujo y Porsches a más velocidad de la que amasaba millones vorazmente, utilizando la fuerza de su apellido y el peso político de su padre.
Su socio y amigo Devon Archer confirmó recientemente en declaraciones a un comité de la Cámara Baja que Hunter Biden vendía «el espejismo» de tener acceso a las más altas esferas del Gobierno estadounidense. Para ello no dudaba en hablar de su padre y hasta ponerle en altavoz al teléfono durante reuniones de negocios. Biden ha negado tajantemente que hablase con su hijo de negocios.
El propio Adler ha confirmado que la veintena de ocasiones en la que Hunter puso al vicepresidente al teléfono delante de socios inversores, la conversación fue superficial y cordial, sin entrar en lo que se gestaba. No hay ninguna ley que impida a los hijos de los presidentes agitar su apellido en beneficio propio, ni siquiera cuando éstos están trabajando en la Casa Blanca, como ocurrió con Ivanka Trump y su marido Jared Kushner.
Es virtualmente imposible que un juicio de impeachment prospere con los demócratas en mayoría en el Senado, como ocurrió cuando se enjuició políticamente a Trump, pero este no lo ha perdonado. «Abrid un impeachment al patán o desapareced en el olvido», amenazó a sus correligionarios en Truth Social. «¡Ellos nos lo hicieron a nosotros!».