Sunak cumple su primer año al frente del Reino Unido en medio de una fuga de votantes

Iñigo Gurruchaga LONDRES / COLPISA

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Rishi Sunak, en una imagen de archivo.
Rishi Sunak, en una imagen de archivo. DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

El reto de apaciguar el desorden conservador no está siendo premiado por electores ni críticos en el grupo parlamentario

26 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Rishi Sunak cumplió ayer un año como primer ministro del Reino Unido. El elegido como quinto líder conservador en seis años no puede asegurar que la revolución permanente haya terminado en su partido, y los persistentes problemas económicos y políticos no le han permitido alegrar la atmósfera del país. La pérdida de dos escaños en las elecciones celebradas la semana pasada para sustituir a un par de tories dimitidos ha provocado reacciones fatalistas. Medios británicos afirman que 25 parlamentarios han enviado cartas al comité electoral del grupo, pidiendo que se convoque otra votación para entronar a un nuevo dirigente. Otros creen que un cambio de liderazgo ahora causaría una debacle.

Antes del final de enero del 2025, se han de convocar elecciones generales. Las encuestas pronostican una victoria laborista. Es probable que Sunak extienda su mandato hasta que pueda demostrar que ha cumplido las promesas que anunció en enero: reducir la inflación, el número de inmigrantes, las esperas en sanidad. Pero será difícil llegar al segundo cumpleaños si el rechazo persiste.

El Gabinete analizó el martes la situación en Israel y Gaza. La guerra se extiende ahora de Europa a Oriente Medio, Sunak combina el apoyo al Estado hebreo con ayuda a los atrapados en Gaza y ha entregado a Ucrania las partidas de armas acordadas por sus predecesores, unos 2.500 millones de euros anuales. El presupuesto de noviembre mostrará si mantiene ese mismo nivel de compromiso.

Sunak y su ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, enderezaron hace un año la gestión de las finanzas tras la alarma por el plan fiscal de Liz Truss. Uno de los adalides de la corriente liberal en la economía, Jacob Rees Mogg, ha criticado al primer ministro por sus reformas educativas y por querer eliminar el consumo de tabaco.

En la última conferencia del partido, Sunak se presentó como la encarnación de un cambio en la manera de hacer política, un cambio que la población desearía. Pero ni su estilo ni sus iniciativas han movido el dial de la popularidad de los conservadores. La imagen de administrador ordenado no está siendo suficiente para un líder británico que inicia su segundo año apremiado para que no sea también el último.