La UE y China liman tensiones en la cumbre de Pekín, pero no logran concretar acuerdos
INTERNACIONAL
Xi destacó que Europa es un socio clave, mientras Von der Leyen expuso que Europa busca rebajar la dependencia comercial
08 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Sin resultados concretos, pero con la voluntad de reconstruir las relaciones se celebró la cumbre UE-China en Pekín. El gigante asiático y la Unión Europea han intentado rebajar la tensión ante el desequilibrio comercial y las diferencias políticas agravadas especialmente por el apoyo de Pekín a Putin.
El presidente Xi Jinping y su primer ministro Li Qiang ejercieron de anfitriones con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; y el responsable de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Xi Jinping aprovechó para rechazar que la UE considere al gigante asiático un «rival sistémico» e insistió en que Europa es un socio clave en la cooperación comercial y tecnológica. El presidente chino pidió «responder juntos a los desafíos globales» y en clara referencia a Estados Unidos reclamó «eliminar todo tipo de interferencias» en las relaciones.
Acceso al mercado chino
En rueda de prensa, Ursula von der Leyen afirmó que la UE no se desacoplará de China, como sí lo ha hecho de Rusia debido a la invasión de Ucrania, pero también aseguró que se pretenden rebajar los riesgos de la dependencia comercial. Y aclaró que la postura europea no se adopta solo con China, sino como política realista tras valorar lo ocurrido durante la pandemia y los cortes en las cadenas de suministro.
En los últimos años, la UE ha ido enfriando las relaciones con su principal socio comercial, China. Entre los agravios expuestos en esta reunión, el desequilibrio comercial ha sido uno de los principales. El déficit comercial de la UE con China asciende a 400.000 millones de euros y Bruselas exige reducirlo, al igual que se mejore el acceso de las empresas europeas al mercado chino.
Desde el 2019, se han enrarecido las relaciones debido a la congelación del acuerdo bilateral de inversiones y la postura proteccionista de Bruselas para defender a sus empresas de lo que considera prácticas comerciales desleales. El último ejemplo es la investigación iniciada por la UE sobre los supuestos subsidios estatales que reciben los fabricantes chinos de vehículos eléctricos que les permitiría ser más competitivos.
Las diferencias no solo son comerciales, los representantes de la UE han vuelto a pedir a China que ejerza su influencia sobre Putin para parar la invasión de Ucrania y han advertido que no se pueden cruzar las líneas rojas de las sanciones. Von der Leyen le dijo a Xi que «es imprescindible poner fin» a la guerra. El conflicto en Gaza también ha sido tratado. La prensa china no ha mencionado la referencia a Rusia, pero sí ha destacado la defensa de Xi Jinping de la iniciativa de la «Franja y la Ruta», en alusión a la Nueva Ruta de la Seda, que ha reportado «beneficios concretos a 150 países». La reivindicación de esta iniciativa coincide con la confirmación el miércoles de que Italia abandona el proyecto.
La violación de los derechos humanos en el Xinjiang y en el Tíbet también separa a Pekín y Bruselas. Charles Michel lo ha destacado antes de la reunión, al decir que «promoveremos nuestros valores europeos, incluidos los derechos humanos y la democracia».
La UE también ha querido ser clara sobre Taiwán y, a pesar de respetar la política de una sola China, ha mostrado preocupación por las crecientes tensiones en el estrecho de Taiwán y el mar de China Meridional y han advertido a Pekín «de las graves consecuencias de cualquier escalada en esta región».