La coalición internacional se retira del país, tras «terminar las justificaciones para su existencia»
07 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Primero fue Afganistán y ahora es el turno de Irak. La «guerra contra el terror» iniciada por George W. Bush entre el 2001 y el 2003 da sus últimas campanadas y Mohamed Shia al Sudani, presidente del país árabe, anunció que el viernes pasado se puso en marcha un proceso bilateral para «poner fin a la presencia de la coalición internacional una vez que hayan terminado las justificaciones para su existencia».
La presencia de esta coalición se remonta a la invasión del 2003 para derrocar a Sadam Hussein bajo un casus belli falso y se prolongó para hacer frente a la insurgencia árabe durante la ocupación y, posteriormente, para hacer frente al Estado Islámico (EI) y adiestrar y facilitar equipo militar a los peshmerga kurdos, aliados de EE.UU. en la región.
Aunque no existe una fecha concreta para la salida de los militares de la coalición, en cuanto se produzca será la primera vez que en Irak no haya fuerzas internacionales. Algo que contenta a todos en mayor o menor medida.
Los miembros del Ejército de Irak, soldados y oficiales, ven con buenos ojos el desplazamiento porque consideran que el país debe gestionar su defensa de manera autónoma y «no necesitamos a nadie que nos diga cómo defendernos ni cómo combatir. Aprendimos con EI, ya no los necesitamos. Su presencia solo alargaría la división entre iraquíes», según un oficial consultado por este periódico.
Perder a un protector
Asunto diferente es para los kurdos del norte del país. Aunque ellos también comparten la idea de ser quienes luchen sus propias guerras, lo cierto es que la dotación de equipo estadounidense a los peshmerga requiere de adiestramiento para utilizarlo debidamente. Sin oficiales que entrenen a los soldados kurdos o enseñen a pilotar drones, su capacidad para mantener la seguridad del territorio podría tambalearse. «Estamos rodeados de enemigos. Siria, Irán y Turquía no quieren que luchemos por nuestra causa y los terroristas —EI y Al Qaeda— nos quieren aniquilar. No vamos a tener paz, eso seguro», comenta otro militar.
Irak trata de dejar atrás décadas de guerra con la inestabilidad aún instalada en el país. La milicia proiraní Hashd al Shaabi es prácticamente la mayor fuerza militar de la zona y se encarga de imponer una agenda protectora acorde a sus intereses. Ello sin que EI haya desaparecido y sin que los países vecinos ataquen esporádicamente.