La discreta vida de Jacinda Ardern tras su dimisión

Ho Chi Minh SÍDNEY / EFE

INTERNACIONAL

Ardern se casó el 13 de enero en Nueva Zelanda con su pareja y padre de su hija, el periodista Clarke Gayford.
Ardern se casó el 13 de enero en Nueva Zelanda con su pareja y padre de su hija, el periodista Clarke Gayford. FELICITY JEAN PHOTOGRAPHY | EFE

Su Partido Laborista fue perdiendo fuerza tras su salida y fue derrotado en los comicios de octubre por los conservadores

20 ene 2024 . Actualizado a las 11:36 h.

Un año después de que la carismática Jacinda Ardern anunciara su dimisión como primera ministra de Nueva Zelanda, tanto su vida personal como el rumbo del país han dado un giro radical. «No tengo suficiente energía para seguir con el trabajo. Es el momento», anunció en una rueda de prensa el 19 de enero del 2023, cuando casi todos los observadores esperaban que volviera a presentarse para revalidar la mayoría del Partido Laborista en las elecciones del pasado octubre. Seis días después abandonó su cargo como jefa del Gobierno y desapareció de la primera línea en la que había permanecido cinco años, con la pandemia de covid 19 y los atentados islamistas de Christchurch como los puntos más calientes de su mandato.

En esos cinco años en el poder mostró una gran empatía y determinación tanto cuando el atentado supremacista del 2019 que causó 51 muertos en dos mezquitas en Christchurch como con las medidas contundentes adoptadas durante la pandemia. 

«Jacindamanía»

Nueva Zelanda, un país del que rara vez se oye hablar en la escena internacional, se ganaba un hueco en los medios de todo el mundo gracias al carisma de su mandataria, a quien dedicaron el término jacindamanía. Pese a su carisma natural, no pareció una popularidad buscada por Ardern, que siempre se ha mostrado discreta sobre su vida personal y ha evitado los focos cuando le ha sido posible, lo que explica en parte su renuncia cuando era el activo más importante de su partido.

Desde entonces, Ardern ha vivido buena parte del tiempo lejos de su país, ya que inició varios programas en la escuela Kennedy de la Universidad de Harvard sobre liderazgo y extremismo en internet. Celosa de su intimidad, apenas ha revelado detalles de su nueva vida, aunque en una entrevista el pasado septiembre en el canal estadounidense ABC destacó el tiempo que pasa ahora con su familia y especialmente con su hija Neve, de cinco años.

La boda

Ardern no pudo evitar volver a los focos el pasado día 13, cuando se casó en Nueva Zelanda con su pareja y padre de su hija, el periodista Clarke Gayford. La boda, que se retrasó dos años debido a la pandemia y a la que asistieron sobre todo familiares de la pareja, tuvo lugar en un entorno recogido en los viñedos de Hawke's Bay, en el nordeste del país. Ardern, de 43 años, con vestido de novia largo y su marido, de 47 años, con un traje negro y una corbata del mismo color, se pasearon entre los viñedos de la finca. La pareja lleva cinco años de relación y tuvieron una hija en el 2018.

El evento sirvió para poner de manifiesto que Ardern sigue fiel a sí misma en cuanto a la discreción y sobriedad con la que lleva su vida privada, pero también para recordar la furibunda animadversión que su figura despierta en una parte de la población.

Como el puñado de antivacunas que se reunieron para protestar contra la exmandataria, cuyo Gobierno aplicó duras medidas de restricción contra la pandemia y colocó a Nueva Zelanda como uno de los países más exitosos para frenarla. Estas políticas, alabadas en el exterior, se encontraron con cada vez más resistencias dentro del país, donde su Partido Laborista fue perdiendo fuerza hasta ser derrotado en los comicios del pasado octubre, que terminaron consagrando al conservador Christopher Luxon como primer ministro.