Las órdenes de Trump llevan al Congreso de Estados Unidos al caos

Mercedes Gallego NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

El senador republicano James Lankford, el jueves en el Senado.
El senador republicano James Lankford, el jueves en el Senado. MICHAEL REYNOLDS | EFE

El expresidente ordenó al Partido Republicano que votase en contra de la ley de inmigración que ha estado negociando para no librar a Biden del problema

08 feb 2024 . Actualizado a las 22:27 h.

Durante cuatro meses el senador republicano James Lankford ha negociado con los demócratas las demandas de su partido en materia migratoria, como requisito para aprobar la partida de fondos para Ucrania, Israel, Taiwán y la frontera solicitada por la Casa Blanca. Y una vez conseguidas las concesiones más duras en décadas, sus propios correligionarios se han echado para atrás. «Nunca pensé que dejarían al senador Lankford tirado de esta manera», dijo este jueves el senador Chris Murphy, su contraparte demócrata en las negociaciones. «Hemos hecho todo lo que nos han pedido y ellos han abandonado sin ni siquiera leer la ley».

Seguían órdenes de Donald Trump, que tras ganar abrumadoramente los caucus de Iowa y las primarias de Nuevo Hampshire es ya el líder indiscutible del partido y candidato inevitable para las elecciones presidenciales de noviembre. Trump ha dicho claramente que no pueden regalarle a su oponente una solución para el problema que más votos le cuesta, el caos de la frontera, que el jueves se convirtió en el caos del Congreso.

El magnate auguró al senador Lankford, un ministro baptista de Oklahoma muy conservador, «un muy mal futuro político», mientras que «un presentador muy popular» de la ultraderecha, contó en el hemiciclo, le amenazó con «destruirlo» si intentaba avanzar una ley para resolver la crisis de la frontera en año electoral. «Y por cierto, han cumplido su promesa y han hecho todo lo que han podido para destruirme», añadió Langford públicamente. El propio líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, que le seleccionó para las negociaciones y puso al personal de su oficina a redactar la ley, votó en contra de la misma.

Escaños en peligro

Lankford tiene a su favor que hace dos años ganó la reelección con el 64 % de los votos y no tiene que revalidar el asiento hasta el 2028. Sus compañeros que se presentan en noviembre temían más que él perder el cargo si se enfrentaban a Trump, que ha utilizado a sus bases para vengarse en primarias de quienes no le hayan rendido la lealtad esperada. Solo cuatro senadores republicanos se unieron a él para una votación a la que a los demócratas también les fallaron cuatro de los suyos, que consideraban las medidas para controlar la inmigración demasiado duras. El resultado de 49 - 50 no quedaba ni cerca de los 60 votos que se necesitaban.

Al fracasar el paquete de seguridad nacional por valor de 118.000 millones de dólares, el líder del Senado, Chuck Schumer, decidió como plan b poner a votación un procedimiento para aprobar una ley que solo financie las ayudas a Ucrania, Israel y Taiwán, sin incluir ningún refuerzo para la frontera. Para entonces los republicanos estaban reunidos a puerta cerrada culpándose unos a otros de la situación, incapaces de decidir si deben rescatar a Ucrania o no.

Schumer mantuvo abierta la el panel de votos hasta las siete de la tarde (once de la noche del miércoles en la España peninsular), cuando decidió dar por finalizada la caótica jornada sin llevar a cabo la votación, que dejó para este jueves. La idea era darle la noche a la oposición «para ver si se entienden a sí mismos», anunció al golpear el mazo. «Esperamos que puedan decir sí a algo».

Incluso de hacerlo, la ley enfrenta un futuro incierto en la Cámara Baja, donde los leales a Trump chantajean al portavoz Mike Johnson con hacerle una moción de censura si se le ocurre sacarla a votación. Johnson confía en que el Senado no la apruebe para evitarle la tesitura.

En esa Cámara, el speaker sufre su propia humillación al no haber conseguido los votos necesarios para aprobar el impeachment del secretario de Seguridad Doméstica, Alejandro Mayorka, sobre el que recaen las labores de inmigración. Johnson también quiere repetir la votación en cuanto reúna los votos necesarios, aunque sabe que el Senado nunca condenará al secretario de Seguridad Doméstica por haber seguido las órdenes del presidente.

«Todo esto es realmente indignante, una vergüenza para el Senado de Estados Unidos», dijo la senadora Debbie Stabenow, que considera la sugerencia de posponer la siguiente votación hasta que pase el receso vacacional de dos semanas que se avecina como «un regalo para Vladimir Putin. »Cada semana, cada mes que pasa sin que enviemos a Ucrania nuevas ayudas significa para ellos menos artillería, menos sistemas de defensa, menos herramientas para protegerse de la masacre rusa. Justo lo que Putin quiere«. Estados Unidos ha proporcionado a Kiev en ayuda militar 47.000 millones de dólares, que vienen a ser la mitad de toda la ayuda extranjera de ese tipo que ha recibido el país. Sin ella no hubiera podido resistir el embate en ruso, por mucha valentía que mostrasen sus tropas.