El nuevo jefe del Ejército ucraniano se estrena con el hundimiento de un buque de guerra ruso

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

El buque de guerra Caesar Kunikov, en julio del 2020 en el puerto de Sebastopol.
El buque de guerra Caesar Kunikov, en julio del 2020 en el puerto de Sebastopol. ALEXEY PAVLISHAK | REUTERS

Moscú evita confirmar el ataque al gran navío de desembarco Caesar Kúnikov

15 feb 2024 . Actualizado a las 12:18 h.

El nuevo jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, se estrenó este miércoles en el cargo con una visita al frente oriental y, en el marco de una operación especial, con otro hundimiento de un buque ruso, el de desembarco Caesar Kúnikov, con lo que Kiev debilitó aún más la alicaída flota rusa del mar Negro.

El Estado Mayor del Ejército ucraniano confirmó que lanchas no tripuladas de fabricación propia Magura V5 atacaron y hundieron el Kúnikov, un gran buque de desembarco de la Marina rusa que se encontraba frente a las costas de Crimea, a la altura de la localidad de Alupka, cuando fue alcanzada por los drones navales. El canal de Telegram Krimski Viéter (Viento de Crimea) difundió un vídeo de las explosiones en el mar y después otro en el que acuden a la zona helicópteros rusos Mi-8 y Ka-27. 

Irse a pique

«Las Fuerzas Armadas ucranianas, con unidades de inteligencia militar, destruyeron un gran buque de desembarco enemigo, el Caesar Kúnikov, escribió el Estado Mayor de Kiev en su canal de Telegram. Por su parte, la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano (GUR) señaló que el buque fue agujereado en el costado de babor, tras lo que «empezó a irse a pique».

La GUR sostiene que el Kúnikov, que heredó el nombre de otro barco que fue hundido hace justo 81 años, precisamente un 14 de febrero, tiene una tripulación de 87 hombres y fue utilizado en las guerra contra Georgia en el 2008 y más recientemente en Siria. En la proa lleva dos compuertas que se abren en el momento del desembarco de tropas y vehículos blindados. Tiene 112,5 metros de eslora y 15 metros de manga.

El Ministerio de Defensa ruso no ha informado todavía nada sobre lo sucedido con el barco, pero reporta que, durante la noche, «fueron interceptados seis drones ucranianos disparados sobre el mar Negro en Crimea». La península, anexionada por Rusia en el 2014, alberga en su puerto de Sebastopol la base principal de la Flota del Mar Negro rusa, de ahí los constantes ataques que sufre.

Este es el segundo buque de esa flota que Kiev hunde en las últimas dos semanas tras la destrucción de la corbeta portamisiles Ivanovets, el pasado 1 de febrero en el lago de agua salada Donuzlav, que alberga una base naval, también en Crimea.

Además, el 26 de diciembre del 2023, Ucrania destruyó el buque de desembarco Novocherskassk, amarrado en el puerto de Feodosia (Crimea). Según aseguró Kiev entonces, el buque ruso fue atacado por aviones ucranianos, información que fue confirmada por el Ministerio de Defensa ruso.

Las Fuerzas Armadas de Ucrania hundieron, el 24 de marzo del 2022, el buque de desembarco Sarátov, y el crucero Moskvá, el 14 de abril del mismo año, además de averiar seriamente numerosos barcos. En septiembre de 2023, un ataque con diez misiles de crucero ucranianos devastó el astillero militar de Ordzhonikidze, situado en Sebastopol y el más grande de Crimea, que produjo daños significativos a la nave de desembarco Minsk y al submarino Rostov del Don. Los medios de comunicación de Kiev aseguran que Rusia ha perdido ya casi el 2 0% de la Flota del Mar Negro. Esta formación naval, según las fuentes, tenía al comenzar la guerra 70 navíos, de los cuales 13 han sido destruidos o inutilizados.