El entorno de Navalni dice que se negociaba su canje por un sicario ruso condenado en Alemania
INTERNACIONAL
Admiten que es ilógico, pero sostienen que «Putin se volvió loco y tomó una decisión irracional»
26 feb 2024 . Actualizado a las 22:17 h.María Pévchij, asesora y amiga de Alexéi Navalni, aseguró el lunes que hubo negociaciones para canjear al principal opositor ruso por un preso condenado a cadena perpetua en Alemania por asesinato, pero que en el último momento, cuando el acuerdo estaba ya prácticamente consensuado —el día 15—, Vladimir Putin lo rechazó. Veinticuatro horas después Navalni murió en la colonia número 3 de localidad de Jarp, en Siberia, en donde cumplía una condena de 19 años de cárcel.
Según el relato de Pévchij, Navalni fue asesinado para impedir su intercambio por el oficial de los servicios secretos rusos Vadim Krásikov, argumento que varias redes sociales rusas opositoras consideran no convincente, ya que hubiera sido suficiente echar marcha atrás la operación sin necesidad de matarlo. Pévchij admite que todo ello es ilógico, pero estima que Putin «se volvió loco y tomó y una decisión irracional». La antigua colaboradora del activista ruso fallecido no aporta pruebas directas de sus afirmaciones. Se limita a recordar que The Wall Street Journal mencionó en una ocasión a Navalni en el contexto de un posible canje y, en la entrevista que concedió recientemente a Tucker Carlson, Putin habló de Krásikov sin mencionar su apellido como alguien que podría ser intercambiado por estadounidenses encarcelados en Rusia.
La publicación opositora rusa Gulagu.net refuta las declaraciones de Pévchij señalando que, en efecto, hubo intentos de negociar un canje, pero quien «no dio su aprobación fue el propio Navalni por el aspecto moral y ético de la cuestión». Regresar a Rusia para el líder opositor tras curarse en Alemania del envenenamiento que sufrió «fue un riesgo consciente para él y una elección personal. Ser intercambiado por un asesino que llegó siguiendo instrucciones de Putin de matar a una persona específica en Alemania sería ilógico e injusto».
«Las ambiciones políticas de los opositores rusos no deberían ser algo que ayude a Putin y a sus agentes a matar personas en otros países del mundo con total impunidad», afirman las fuentes de Gulagu.net. Según la opinión que expresan, ceder en tales canjes «conduciría al encarcelamiento del máximo número posible de figuras icónicas para intercambios posteriores por agentes del Kremlin condenados por actividades de espionaje, sabotaje, asesinatos o actos del terrorismo cometidos en otros países».
Un tribunal de Berlín sentenció en diciembre del 2021 a cadena perpetua a Krásikov por el asesinato del georgiano de origen checheno, Zelimján Jangoshvili, cometido, según determinó el tribunal, bajo órdenes recibidas de Moscú. Jangoshvili luchó contra las tropas rusas durante la segunda guerra en Chechenia.
Por otro lado, según la portavoz del equipo de Navalni, Kira Yarmish, existe la idea de organizar un funeral público del fallecido activista antes del 1 de marzo, para lo que están buscando un «local adecuado». Su cuerpo le fue entregado a la madre el pasado sábado después de un forcejeo que duró más de una semana.
Silencio del Gobierno alemán
El Gobierno alemán, entretanto, se ha negado a comentar las informaciones facilitadas por la representante de la Fundación Navalni. Christiane Hoffmann, portavoz del Ejecutivo que preside el canciller federal, Olaf Scholz, reconoció en la habitual rueda de prensa de los lunes que estaban informados del vídeo emitido por María Pévchij y conoce su contenido. «Pero no podemos comentarlo», señaló lacónicamente.
Un tribunal berlinés sentenció en diciembre del 2021 al llamado asesino del Tiergarten, un sicario de Putin identificado como Vadim Krásikov, a cadena perpetua por asesinato y posesión ilegal de armas de fuego. El fallo contemplaba su extrema peligrosidad, por lo que su pena no será revisada antes de 20 años.
Krásikov fue encontrado culpable del asesinato del disidente georgiano de origen checheno Zelimján Jangoshvilli en el céntrico parque del Tiergarten, en la capital germana, con una pistola con silenciador. El tribunal calificó los hechos de «crimen de Estado», determinó que el condenado formaba parte del aparato de seguridad del régimen de Putin y certificó que actuó «por orden de una oficina estatal en el seno del Gobierno de la Federación Rusa».