Suecia ingresa en la OTAN dos años después de la invasión rusa de Ucrania

La Voz AGENCIAS

INTERNACIONAL

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, hizo entrega del instrumento de acceso al secretario de Estado de EE.UU, Antony Blinken, en Washington.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, hizo entrega del instrumento de acceso al secretario de Estado de EE.UU, Antony Blinken, en Washington. Amanda Andrade-Rhoades | REUTERS

Con su adhesión pone fin a dos siglos de no alineación militar y refuerza el control aliado sobre todo el mar Báltico. El país cuenta con unos 25.000 soldados

07 mar 2024 . Actualizado a las 21:52 h.

Suecia ingresó oficialmente este jueves en la OTAN al depositar en Washington el documento de acceso a la organización militar, poco más de dos años después de la invasión rusa de Ucrania. El lunes tendrá lugar la ceremonia en la que se izará la bandera sueca en la sede de la Alianza Atlántica, en Bruselas. Con su entrada, Suecia clausura dos siglos de no alineación militar y refuerza el control aliado sobre todo el mar Báltico.

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, hizo entrega del instrumento de acceso al jefe de la diplomacia norteamericana, Antony Blinken, con lo que se certifica su histórica entrada en la alianza. Blinken aseguró que es un honor «ser el primero en dar la bienvenida» a Suecia como trigésimo segundo miembro de la OTAN, que se amplía por segunda vez desde el comienzo de la invasión rusa en Ucrania hace poco más de dos años, después de la entrada de Finlandia el año pasado.

«Suecia aporta capacidades en el Ártico y el mar Báltico», aseguró Blinken tras la ceremonia de entrega del instrumento de adhesión. «Nadie pensó que llegaríamos aquí, y aquí estamos», remarcó Kristersson. «La OTAN es ahora más fuerte que nunca», añadió el funcionario estadounidense. «Suecia tiene una historia de 200 años de no alineación y antes de la invasión rusa de Ucrania menos de uno de cada tres suecos apoyaba el ingreso», recordó Blinken.

Negativas de Turquía y Hungría

Las reticencias de dos Estados miembros de la Alianza, Turquía y Hungría, atrasaron la entrada de Suecia. El país otomano esgrimió la «permisividad» de Estocolmo con el exilio kurdo y la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), mientras esperaba a que Estados Unidos autorizase la venta de cazas F-16. En el caso de Budapest, se aludió a críticas anteriores de Suecia al Gobierno húngaro, aunque finalmente su Parlamento —el único que faltaba de los 31 países miembros de la OTAN— ratificó hace dos semanas el ingreso sueco. El refuerzo del control de la OTAN sobre el Báltico afectará también a la capacidad de movimiento de la flota rusa en San Petersburgo y Kaliningrado.

Kristersson aseguró que este día es «histórico» para el país, que completa la incorporación de todos los países nórdicos bajo el paraguas de la OTAN y completa la inclusión de la práctica totalidad del mar Báltico en la Alianza, algo de gran importancia estratégica. Suecia cuenta con una fuerza de unos 25.000 soldados, una potente industria militar y la fuerza aérea más grande de los países nórdicos, con un centenar de cazas, además de la isla de Gotland, la mayor de todo el Báltico y de gran valor estratégico.

Suecia, que se convierte así en el miembro número 32, ya había ido dando pasos para acercarse a la OTAN desde hace tres décadas, coincidiendo con el fin de la Guerra Fría, como suscribir la iniciativa Asociación Por la Paz de la Alianza, lo que permitió la participación de soldados suecos en las misiones internacionales de Kosovo y Afganistán.