El eurófobo Farage sacude el tablero político en el Reino Unido con su sorpresiva candidatura

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Una joven británica, el martes arrojando un batido de plátano en la cara de Nigel Farage.
Una joven británica, el martes arrojando un batido de plátano en la cara de Nigel Farage. TOLGA AKMEN | EFE

Una joven arrojó un batido de plátano en la cara del controvertido político, el martes tras un acto de campaña

11 jun 2024 . Actualizado a las 19:15 h.

A Rishi Sunak las cosas no paran de complicársele. A menos de un mes de que se celebren las elecciones generales, las encuestas revelan que la campaña del primer ministro británico no está consiguiendo atraer votantes y así cerrar la brecha que lo separa de su rival, el laborista Keir Starmer. Por el contrario, algunos sondeos aseguran que la diferencia entre ambos se ha incrementado. Y como si esto no fuera, suficiente ahora el mandatario conservador debe lidiar con la amenaza que supone la sorpresiva candidatura del eurófobo Nigel Farage.

Pese a que en reiteradas ocasiones había descartado su participación en estos comicios, el lunes el impulsor del brexit sorprendió al dar un giro de 180 grados y anunciar que sí competiría bajo los colores del Partido de la Reforma, formación heredera de los partidos del Brexit y de la Independencia del Reino Unido (UKIP), ambos fundados por él.

«Estas elecciones son las más aburridas de la historia, la victoria de los laboristas ya está anunciada», dijo el político, quien aspira por octava vez a conseguir un escaño en el Parlamento de Westminster. Sin embargo, Farage no ha tenido el recibimiento que esperaba y al iniciar su campaña en la localidad costera de Clacton una joven le arrojó un batido al rostro.

Preparando el reemplazo

Farage admitió que su sorpresiva nominación persigue una «revuelta» que no solo sacuda el tablero político, sino que lo redibuje permanentemente. Y como prueba anunció que, más allá de conseguir «millones de votos» y un escaño para él, su objetivo real es conseguir que el Partido de la Reforma ocupe el puesto que hoy tiene el Partido Conservador en la escena política británica.

«Especulando sobre lo que sucederá dentro de tres o cuatro años, lo único que diré es que si tenemos éxito una parte del Partido Conservador se unirá a nosotros», soltó en una entrevista.

La postulación del eurófobo ha disparado las alarmas entre los tories, que temen que muchos de sus votantes opten por la formación de Farage por sus posturas en temas como la inmigración, las relaciones con la Unión Europea (UE) o los impuestos. Sondeos como el último de Yougov, de esta semana, le dan al Partido de la Reforma hasta un 15 % de la intención de voto.

Los efectos del anuncio de Farage se han hecho sentir y este martes el ministro del Interior, James Cleverly, prometió que, de ganar las elecciones, su partido impondrá un «tope máximo» a la cantidad de visas que el Gobierno otorgará anualmente. Sin embargo, el ya nuevo protagonista de la campaña indicó que el «objetivo debería ser cero [inmigrantes]».