La Inteligencia israelí alertó antes del 7 de octubre del plan de Hamás de capturar 250 rehenes

La Voz REDACCIÓN

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Agentes de la policía israelí tratan de arrestar a una manifestante en Jerusalén.
Agentes de la policía israelí tratan de arrestar a una manifestante en Jerusalén. Marko Djurica | REUTERS

Las protestas masivas contra Netanyahu dejaron a última hora del lunes tres heridos y nueve detenidos

18 jun 2024 . Actualizado a las 10:31 h.

La inteligencia israelí conocía «con alto grado de precisión» y con antelación al 7 de octubre los planes de Hamás para secuestrar a entre 200 y 250 personas, entre civiles y militares, según información a la que ha tenido acceso la emisora pública israelí Kan, publicada este martes.

El Ejército conocía «con un alto grado de precisión» los planes de la organización islamista, según reveló Kan, cuya cadena de televisión mostró anoche un informe de inteligencia publicado tres semanas antes del ataque en suelo israelí, en el que murieron unas 1.200 personas y fueron secuestradas otras 251. El informe contiene información sobre los entrenamientos de los milicianos para infiltrarse en bases del Ejército, que antes del 7 de octubre solo estaba preparado para la incursión de decenas de milicianos a través de tres puntos, un escenario muy inferior a los en torno a 3.000 que accedieron a territorio israelí en el ataque.

Este domingo, el Tribunal Supremo ordenó suspender temporalmente la investigación sobre los fallos del Ejército y del Shin Bet, la agencia de inteligencia interna, que permitieron la incursión de Hamás, al considerar que era contraproducente hacerlo mientras está en curso la guerra. «En vista de la compleja realidad y del alcance de la investigación prevista, la cual perjudicará los combates, la investigación debe suspenderse en este momento», falló el domingo la jueza Canfy-Steinitz ante la petición de Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel y del Foro Escudo Defensivo de Israel.

El Ejército israelí ha abierto su propia investigación interna sobre los fallos que permitieron el ataque de Hamás, y se espera que se conozcan sus conclusiones en el mes de julio.

La brecha en la seguridad israelí que planteó el 7 de octubre apenas ha tenido consecuencias sobre las autoridades, con sólo dos dimisiones de relevancia en el estamento militar, mientras el primer ministro, Benjamín Netanyahu, aún no ha asumido responsabilidades políticas al respecto, a pesar de que un amplio movimiento ciudadano y la oposición le reclaman la convocatoria de elecciones anticipadas por esos fallos y su gestión de la guerra. El argumento habitual de las autoridades israelíes para postergar estas investigaciones es que se inmiscuyen con la guerra en Gaza, en la que han muerto más de 37.300 palestinos.

El pasado 22 de abril se produjo la primera dimisión a raíz de los ataques al abandonar su cargo el jefe de la inteligencia militar israelí, el general Aharon Haliva, tras 38 años de servicio militar. La segunda no llegó hasta el pasado 9 de junio, cuando el general de brigada Avi Rosenfeld abandonó su cargo al no haber podido proteger «a las comunidades (fronterizas de Gaza), a miles de residentes, a miles de participantes en el festival de música de Reim y a las fuerzas estacionadas en los puestos de avanzada».

En octubre, el jefe del Shin Bet, Ron Bar, pidió disculpas por lo ocurrido el 7 de octubre y asumió su responsabilidad, pero de momento sigue en el cargo.

Protestas represaliadas

Tres personas fueron hospitalizadas y al menos nueve fueron detenidas en las multitudinarias protestas en Jerusalén contra el Gobierno de Netanyahu que terminaron en choques con la policía a última hora del lunes, según informaron hoy medios israelíes. «A última hora comenzaron disturbios y un violento motín en la calle Gaza de Jerusalén por parte de cientos de alborotadores que se amotinaron allí», recogió un comunicado de la policía sobre los incidentes ocurridos al final de la manifestación, cuando parte de sus participantes trataron de protestar ante la casa de Netanyahu.

Al término de la manifestación, que comenzó en torno a las 19.00 hora local (16.00 GMT) ante la Knésset (Parlamento), y en la que participaron unas 150.000 personas según sus organizadores, los manifestantes trataron de romper las barreras policiales para acceder a los alrededores de la casa del primer ministro, desencadenando las cargas policiales. En las imágenes difundidas por la policía puede verse a los agentes utilizando cañones de agua contra los manifestantes, así como a estos encender fuegos en medio de las carreteras.

«Hasta el momento, la policía ha detenido a nueve sospechosos tras la violación de la orden (de disolver la protesta): algunos de ellos sospechosos de agredir a la policía y provocar disturbios, y cuatro de ellos son sospechosos de haber prendido fuego», recogió el informe policial, según el cual hay varios policías heridos leves. En redes sociales, muchos manifestantes difundieron imágenes de policías vestidos como civiles llevando a cabo detenciones violentas, en algunos casos golpeando y arrastrando a los detenidos, entre los gritos y críticas del resto de participantes.

Un parlamentario del Likud, el partido del primer ministro Netanyahu, aseguró esta mañana en la radio Kol Brama que entre los manifestantes «hay algunas ramas de Hamás». La manifestación se engloba en el marco de una semana de protestas antigubernamentales, críticas con la gestión de Benjamín Netanyahu, para exigir la convocatoria de elecciones anticipadas. En una encuesta publicada la semana pasada por el diario israelí Maariv, hasta un 57 % de la población apoya convocar comicios.

La gestión de la guerra contra Gaza, en la que han muerto al menos 312 soldados y más de 37.300 gazatíes, y donde aún hay 116 cautivos del ataque de Hamás del 7 de octubre, ha aumentado la presión contra el Gobierno del líder del Likud. Este martes se espera una segunda manifestación ante el Parlamento israelí, a la misma hora que el lunes. El miércoles habrá otra protesta cuya localización está aún por anunciar, y el jueves, las denuncias se trasladarán a casa del primer ministro en Jerusalén.