El chavismo inicia una campaña electoral en desventaja por primera vez en los últimos 25 años

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Europa Press

Los sondeos le otorgan a Maduro una desventaja de 30 puntos para los comicios del 28 de julio

23 jul 2024 . Actualizado a las 20:03 h.

La campaña electoral más desafiante para el chavismo en 25 años comienza en Venezuela hoy con 38 nuevos presos políticos y con una desventaja para Nicolás Maduro de 30 puntos en las encuestas, pero manteniendo el férreo control que tiene sobre las instituciones del país sudamericano.

Serán apenas 21 días de promoción que los candidatos como Maduro, que aspira a una tercera reelección, iniciarán en Caracas el 4 de julio: mientras el chavismo anuncia una serie de marchas por toda la capital, la oposición, centrada en torno a la figura del exembajador Edmundo González Urrutia (un outsider respaldado por la inhabilitada líder opositora María Corina Machado) hará una caravana y una manifestación en el este de la ciudad, donde históricamente ha tenido sus mejores niveles de apoyo.

Tanto los principales encuestadores como los políticos que han ido deslindándose del chavismo consideran «imposible» que Maduro remonte una cuesta de más de 30 puntos en los principales sondeos. Sin embargo, el mandatario es optimista, y ha llegado a afirmar, al anunciar este lunes que retomaba negociaciones con Estados Unidos, que ese país «sabe quién va a ganar las elecciones».

Confía en que un milagro creado por una mezcla de falta de estímulo del voto opositor; la eventual inhabilitación de la candidatura de González Urrutia (como fue inhabilitada Machado) y la eufemísticamente llamada «ingeniería electoral» —que incluye la reubicación de electores y la presión sobre sus votantes clientelares— le dé la victoria por un margen cerrado.

«El Gobierno va a seguir rebajando el voto opositor», señala el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, frecuentemente criticado por su cercanía con el régimen bolivariano. «Aquí hay muchos escenarios que están sobre la mesa. El primer escenario es que no se haga la elección», afirmó.

Esa posibilidad parece descender en la medida en que se avance hacia el día de la elección, y sin duda está en la negociación anunciada por Maduro con Estados Unidos, como señaló Vedant Patel, portavoz del Departamento de Estado, quien reseñó este martes que la intención de Washington es que Venezuela «pueda celebrar elecciones competitivas e inclusivas el próximo 28 de julio».

Al empeño se han sumado la Organización de Estados Americanos y los vecinos de Colombia y Brasil, cuyos presidentes, Gustavo Petro y Lula Da Silva, se han sumado a la petición de avanzar hacia un resultado que pueda restablecer la normalidad democrática en el país caribeño. La presión internacional (en la que también participa España con un rol fundamental en la Unión Europea) parece el principal muro de contención de un pucherazo electoral definitivo.

Incremento de la represión

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Völker Turk, denunció que la precampaña electoral ha dejado 38 nuevos presos políticos. Casi todos tienen que ver con la campaña opositora, señaló Turk, quien también destapó el incremento de la censura a los periodistas como parte de la restricción del espacio cívico.