Exmilitar, controlador y con un hermano en la cárcel, así es el asesino de la ballesta de Londres

María Rego REDACCIÓN | COLPISA

INTERNACIONAL

Kyle Clifford, sospechoso de asesinar a tres mujeres de Bushey.
Kyle Clifford, sospechoso de asesinar a tres mujeres de Bushey. -

Kyle Clifford, de 26 años, fue detenido el miércoles como sospechoso de la muerte de la esposa y dos hijas de un popular comentarista deportivo de la BBC

12 jul 2024 . Actualizado a las 19:40 h.

Kyle Clifford es la única persona que puede arrojar luz sobre el triple crimen que ha sacudido esta semana al Reino Unido, pero él sigue sin hablar. Ingresado con heridas graves en un hospital desde el miércoles, cuando fue arrestado como sospechoso del asesinato de una madre y dos de sus hijas, la policía británica hace guardia para interrogarle y tratar de entender qué llevó a este chaval de 26 años que parecía «un buen tipo», según su entorno, a meter una ballesta y otras armas en una mochila y plantarse en la casa de la familia Hunt en Bushey, a unos treinta kilómetros de Londres. La principal hipótesis apunta a una macabra «venganza» tras el final de la relación que habría mantenido con una de sus víctimas.

El asesino de la ballesta es un misterio. Su identidad y su fotografía circulan desde hace días por medios y redes —lo que ayudó a dar con él tras protagonizar una fuga de casi 24 horas—, pero apenas han trascendido detalles sobre este veinteañero que nunca hizo nada «extraño», ni mucho menos mostró una conducta «agresiva», según retrataba una de las contadas personas que han hablado sobre él en la prensa. «Siempre íbamos juntos a las mismas fiestas y pasábamos el rato en Enfield», explicaba a Sky News esta mujer que quiso mantenerse en el anonimato y que se refería a Clifford como un chico «bastante normal». O eso aparentaba antes de acabar con la vida de Carol (61 años) y sus hijas Hannah (28) y Louise (25).

Un hermano condenado a cadena perpetua

Enfield es la ciudad de algo más de 300.000 vecinos donde residía el sospechoso, que tiene a un hermano —Bradley, de 30 años— en la cárcel por matar a un joven que estrelló una botella sobre su «preciado» Mustang rojo en el 2017. Fue condenado a cadena perpetua y la policía rastrea ahora la relación que le unía a Kyle en busca de alguna pista sobre lo ocurrido el martes en la vivienda de la familia Hunt. En el registro del domicilio de su presunto verdugo los agentes se incautaron de un disco duro, entre otros objetos, y tras su arresto en el cementerio de Lavender Hill se hicieron con la ballesta. Las autoridades no han detallado si fue el arma homicida pero sí se ha sabido que el sospechoso ató a sus víctimas y, según el diario The Mirror, las retuvo en la casa durante horas antes de matarlas.

Familia de un comentarista deportivo allí, cuenta que las encontró hacia las siete de la tarde John Hunt, marido y padre de las víctimas que trabaja como comentarista de carreras hípicas para la BBC. Sus compañeros aseguran que lo ocurrido es «de una maldad incomprensible» y figuras del deporte británico como el exfutbolista Michael Owen se mostraron «horrorizados».

Una relación tóxica con una de las víctimas

Nadie se explica qué habría empujado a Clifford a sembrar el horror en la tranquila zona de Bushey, aunque una amiga de Louise apuntaba este jueves a la relación tóxica que el asesino mantenía con la menor de las mujeres. «Era controlador y solía ridiculizarla. En público se hacía pasar por un buen tipo, pero en privado «no lo era en absoluto», describía al diario Daily Mail. No quería que su pareja se maquillara, por ejemplo, y cuando rompieron hubo «alivio» en el entorno de la chica.

En la policía no constan denuncias ni incidentes entre Clifford y la chica, aunque una mujer cercana a Carol coincidía también en la «turbia» relación de la pareja de veinteañeros y una ruptura complicada, según le habría confesado la madre de la joven.

Louise estaba ahora centrada en su trabajo como peluquera canina y de su expareja no se conoce empleo reciente. Hasta hace un año formaba parte de una empresa dedicada a la seguridad privada, Amthal, y antes había probado suerte en el ejército. Cuando llegó en el 2019 a las fuerzas armadas, según un exjefe, «era inmaduro para su edad y tenía un poco de resentimiento». «Le costó comprender los conceptos militares básicos, pero logró alcanzar el nivel necesario para aprobar el entrenamiento», recuerda, aunque no pasó de soldado raso. Tras un desmayo se unió a las Queen's Dragoon Guards, un regimiento de caballería especializado en labores de reconocimiento. En el 2022 lo abandonó.

La policía cree que el exmilitar actuó en solitario aunque en un primer momento barajó que alguien le hubiera podido ayudar en su huida, que movilizó a centenares de agentes y acabó el miércoles casi 24 horas después del triple asesinato. Su declaración será fundamental para poner en orden la cascada de hipótesis que salpican un caso que ha conmocionado al Reino Unido. Su recién estrenado Gobierno se ha comprometido revisar la legislación sobre ballestas ya que actualmente cualquiera que haya cumplido la mayoría de edad puede hacerse con una, incluso online. Lo único que se considera ilegal es portarla en un espacio público sin un motivo razonable. De hecho, este arma ha desencadenado más de una tragedia en el país y a finales del 2021 desató la alarma nacional después de que un chaval de 21 años intentara colarse en el castillo de Windsor con el objetivo de matar a Isabel II.