Más de 90 muertos y 300 heridos en un ataque israelí destinado a matar al número 2 de Hamás en Gaza

Redacción / La Voz

INTERNACIONAL

Tel Aviv dice que Mohamed Deif era el objetivo del bombardeo sobre la zona humanitaria de Mawasi, en el sur de la Franja. Israel afirma haber matado al terrorista, pero desde Hamás aseguran que sigue vivo

14 jul 2024 . Actualizado a las 10:12 h.

A principios de mayo, Israel declaró Mawasi zona humanitaria segura, y este sábado la bombardeó. Más de 90 personas murieron y 300 resultaron heridas, según las autoridades gazatíes, en este campamento de refugiados, rebosante de tiendas de campaña donde viven hacinadas familias enteras que fueron obligadas a evacuar Rafah por el ejército israelí. ¿Cuándo va a parar el mundo esta máquina de muerte?, se pregunta Francesca Albanese, relatora de la ONU para los Territorios Ocupados Palestinos, que se muestra «horrorizada por una nueva matanza sin sentido de civiles en una zona en la que el propio Israel les había ordenado refugiarse». Y la justificación es siempre la misma: matar a milicianos, lamenta la italiana.

Efectivamente, las fuerzas israelíes justificaron la masacre asegurando que el ataque iba dirigido contra el jefe militar de Hamás en el enclave, Mohamed Deif. «Estábamos atacando a terroristas. Estábamos atacando a los comandantes de Hamás de mayor rango, que fueron los cabecillas de los ataques del 7 de octubre», dijo un funcionario, en una rueda de prensa, sin valorar el número de víctimas causadas en Mawasi, situada al oeste de la ciudad de Jan Yunis. Fuentes militares insistieron en que la zona bombardeada no era la de acampada, sino un complejo de Hamás ubicado en una área abierta, rodeada de árboles y edificios.

El grupo islamista negó que la operación tuviera como objetivo a ninguno de sus miembros, y recordó que no es la primera vez que Tel Aviv miente y usa sus «falsas alegaciones para tratar de encubrir la escala de la horrible masacre», según un comunicado recogido por la televisión Al Yazira. «Este bombardeo es una continuación del genocidio nazi contra el pueblo palestino», añadió.

Hasta el momento, se desconoce si algún líder de Hamás fue alcanzado por las bombas. De hecho, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reconoció este sábado —en su primera comparecencia ante los medios desde marzo— que «no es totalmente seguro que Deif y su mano derecha, [Rafa] Salama, hayan sido eliminados».

Uno de los líderes de Hamás en la Franja de Gaza, Jalil al Haya, ha asegurado este sábado que el jefe del ala militar del grupo en Gaza, Mohamed Deif, sigue vivo a pesar del ataque israelí en el que han muerto 90 personas cerca de Jan Yunis. «Le digo, Netanyahu, que está perdido. El líder Mohamed Deif está escuchándole ahora mismo y se está burlando de sus palabras. Netanyahu quería un discurso de victoria. Confirmamos que las afiramciones de la ocupación y Netanyahu son falsas», ha afirmado a la televisión panárabe Al Yazira.

El mandatario —con una orden vigente de arresto emitida por el Tribunal Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad— pidió que este bombardeo sirva como mensaje de disuasión frente a Irán. Y desde Teherán, tacharon el ataque de «brutal» y acusaron a Tel Aviv de cometer «genocidio» contra la nación palestina. También Egipto y Jordania reclamaron a Israel que respete el derecho internacional.

La responsabilidad de EE.UU.

La Autoridad Nacional Palestina responsabilizó a la ayuda militar estadounidense de este ataque, que se produce en pleno impulso de las negociaciones para lograr un alto el fuego —que según Turquía, Netanyahu quiere boicotear— y en plenas manifestaciones que piden la dimisión del primer ministro israelí. Los palestinos muertos desde el 7 de octubre superan ya los 38.400.