Sánchez pide que se verifiquen las actas de mesas para poder reconocer las elecciones en Venezuela
INTERNACIONAL

El Centro Carter, que participó como observadora internacional invitada por el Gobierno de Maduro considera que no aportar los resultados desglosados por mesa «constituye una grave violación de los principios electorales»
31 jul 2024 . Actualizado a las 12:33 h.El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que la transparencia en los resultados de las elecciones presidenciales de Venezuela es «imperativa» y que es necesario que se verifiquen «todas las actas de todas las mesas» para reconocer al ganador de los comicios del pasado domingo, mientras que ha llamado a «la calma» a los ciudadanos venezolanos.
«Seguimos con preocupación los acontecimientos que se están viviendo en Venezuela. Es necesario recordar lo que hemos venido diciendo desde que se celebraron las elecciones y es imperativa esa transparencia en el recuento electoral. Para poder reconocer los resultados hay que poder verificar las actas de todas las mesas», ha dicho durante una comparecencia desde Moncloa ante los medios de comunicación para hacer balance del curso político.
Sánchez también ha hecho «un llamamiento firme» a la calma, al civismo y a la garantía de los derechos fundamentales «de todos los venezolanos y venezolanas», después de que 11 personas hayan perdido la vida en las protestas contra los resultados de los comicios, en los que el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha atribuido la victoria con el 51% de los votos, frente al 46% de los apoyos del candidato opositor, Edmundo González.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, también insistió en que el resultado de las elecciones del domingo en Venezuela «debe poder verificarse» con total transparencia, mientras que ha llamado a la calma y al civismo de los actores políticos en el país latinoamericano.
«Seguimos de cerca la situación en Venezuela. El resultado electoral debe poder verificarse con total transparencia», ha expresado el jefe de la diplomacia española en un mensaje en la red social X, donde ha vuelto a resaltar la necesidad de que el organismo electoral venezolano, el Consejo Nacional Electoral (CNE), publique las actas para reconocer los resultados.
En este sentido, Albares ha hecho un llamamiento «a la calma, el civismo y la garantía de los derechos fundamentales», después de hayan perdido la vida once personas, dos de ellas menores de edad, en las movilizaciones que están teniendo lugar en varias ciudades de Venezuela en protesta por la victoria atribuida del presidente de Nicolás Maduro en unas elecciones que la oposición tacha de fraudulentas.
El Centro Carter manifestó que la publicación de los resultados «no puede ser considerada como democrática»
El Centro Carter, que participó como observador en las elecciones presidenciales de Venezuela, manifestó este martes que el proceso «no se adecuó» a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral, por lo que «no puede ser considerada como democrática».
«El Centro Carter no puede verificar o corroborar la autenticidad de los resultados de la elección presidencial declarados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela», manifestó el Centro Carter en un comunicado que recoge Efe.
La reconocida organización, con sede en Atlanta y que ha ejercido como observadora en más de 100 elecciones de 43 países destacó que el ente comicial, que ha dado por ganador al oficialista Nicolás Maduro a falta de más de dos millones de votos por computar, no ha anunciado los resultados desglosados por mesa, lo que «constituye una grave violación de los principios electorales».

Explicó que el proceso electoral «no ha alcanzado los estándares internacionales de integridad en ninguna de sus etapas relevantes y ha infringido numerosos preceptos de la propia legislación nacional».
De acuerdo al Centro Carter, que formaba parte de los observadores internacionales invitados por el Gobierno, este proceso «se desarrolló en un ambiente de libertades restringidas en detrimento de actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación» y durante del proceso, las autoridades del CNE «mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición».
Agregó que, la actualización del registro de electores «se realizó con numerosos inconvenientes», como «plazos muy cortos, relativamente escasos lugares de inscripción y una mínima campaña de información y difusión públicas».

El problema —prosigue la nota— «se agravó en el exterior, donde los ciudadanos enfrentaron barreras legales desmedidas, incluso arbitrarias, para inscribirse en el padrón en el extranjero».
Además, aseguró, el registro de partidos y candidatos «tampoco se adecuó a estándares internacionales» y, en años recientes, las formaciones opositoras «han sufrido intervenciones judiciales en desmedro de sus liderazgos social y políticamente más reconocidos para beneficiar a personas afines al gobierno, influyendo sobre la conformación de sus candidaturas».
La organización también recordó, «de manera aún más importante», que la inscripción de la candidatura de las principales fuerzas de oposición «se halló sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales que adoptaron decisiones sin respetar principios jurídicos básicos».

El Centro Carter destacó que la campaña electoral se desarrolló «con un notable desequilibrio a favor del Gobierno en todos los campos. La candidatura oficialista contó con muy amplios recursos, lo que se tradujo en la gran desproporción de mítines, murales, vallas y afiches a su favor».
Asimismo, observó «el abuso de recursos públicos», incluyendo el uso de vehículos, la movilización de funcionarios para la campaña y el uso de programas sociales.
La candidatura oficialista, explicó, «tuvo preponderancia» en la televisión y la radio en publicidad, transmisión de eventos e información y las autoridades «intentaron restringir» las campañas opositoras, «incluyendo la persecución e intimidación de personas que prestaron servicios» a políticos antichavistas «para generar un efecto disuasivo».
A pesar de todo, dice la nota, la ciudadanía venezolana se movilizó masiva y pacíficamente el 28 de julio para expresar sus preferencias y la jornada de votación «transcurrió de una manera cívica, pese a restricciones en el acceso a recintos para observadores nacionales» y a «testigos de partidos».
La organización también criticó la «presión sobre el electorado» con «puntos de control partidario gubernamental en la cercanía de los recintos para verificar la asistencia de los votantes».
Los observadores del Centro Carter «comprobaron la voluntad de la ciudadanía venezolana por participar en un proceso electoral democrático y demostrando su compromiso cívico como integrantes de mesa, testigos de partidos y observadores».
«Estos esfuerzos fueron desmerecidos por la ausencia de transparencia del CNE en la difusión de los resultados», dijo la organización, que recordó que la misión fue invitada para observar la elección presidencial de 2024 y firmó un memorando de entendimiento para garantizar que la misión «pudiera observar libremente de acuerdo con sus estándares», agregó.
El Centro Carter desplegó 17 expertos y observadores a partir del 29 de junio, con equipos en Caracas, Barinas, Maracaibo y Valencia, donde se reunieron con «una amplia gama de actores, incluyendo el CNE, candidatos, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil», entre otros.
Concluyó que se publicará un informe final de su misión de observación en Venezuela, detallando todos los hallazgos adelantados en el comunicado.