Alberto Fernández afirmó que los moratones de su exmujer se los causó un tratamiento estético

C. Valdez BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Alberto Fernández, expresidente de Argentina, y su expareja Fabiola Yáñez, en una imagen de archivo
Alberto Fernández, expresidente de Argentina, y su expareja Fabiola Yáñez, en una imagen de archivo Bienvenido Velasco | EFE

El exmandatario asegura que tiene pruebas para demostrar su inocencia, como chats con la madre de su expareja

12 ago 2024 . Actualizado a las 21:16 h.

Después de la denuncia por violencia de género contra el expresidente argentino Alberto Fernández, por parte de su expareja Fabiola Yáñez, ambos dieron sendas entrevistas. Mientras la de Yáñez fue grabada y se difundió el fin de semana, las que dio Fernández aún no se publicaron, pero uno de los periodistas dejó trascender parte de sus palabras.

Fernández dio dos entrevistas: una al periodista argentino Horacio Verbitsky y otra a El País, que aún no fue publicada. Verbitsky acordó que la suya sería publicada después de la de El País, pero adelantó que el expresidente niega los hechos y asegura tener pruebas. Fernández sostiene que los moratones en la cara de su expareja —que se vieron en las imágenes que circularon estos últimos días—, son producto de un tratamiento estético, y que el hematoma del brazo se debe a que ella le pegaba en las discusiones que tenían y que al defenderse él la tomaba de los brazos. Fernández también le atribuyó problemas de salud mental a la ex primera dama y dijo conservar chats con la madre de Yáñez, en los que compartían su preocupación por los problemas con el alcohol de ella. También aseguró que cuenta con testimonios de personas que estarían dispuestas a atestiguar a su favor.

La Justicia imputó al expresidente por violencia de género después de que Yáñez lo denunciara desde Madrid, donde reside junto al hijo de ambos. Los hechos habrían sucedido en la residencia presidencial de Olivos cuando Fernández era presidente (2019-2023) y Yáñez primera dama. Las imágenes de las palizas y los chats que incriminan a Fernández surgieron a partir de otra investigación en la que también está involucrado el exmandatario por un presunto tráfico de influencias.

Yáñez denunció a Fernández por hostigamiento y, en ese marco —y para corroborar que el expresidente no siga escribiéndole a la denunciante—, el viernes la policía registró su domicilio y le requisó dos teléfonos, una tableta y 24 lápices y tarjetas de memoria.