Decenas de colonos israelíes arrasan una aldea cisjordana en plenas negociaciones de paz

Andrés Rey REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Uno de los coches calcinados en Jit, Cisjordania.
Uno de los coches calcinados en Jit, Cisjordania. Raneen Sawafta | REUTERS

Los disparos alcanzaron y mataron a Rasheed Seda, un palestino de 23 años, e hirieron gravemente a otro civil

16 ago 2024 . Actualizado a las 21:10 h.

Llegaron por la noche. Decenas de colonos israelíes violentos, algunos enmascarados, muchos con armas de fuego. A su paso por la aldea palestina de Jit, en Cisjordania, al oeste de Nablus, arrojaron cócteles molotov y piedras contra todo. Y abrieron fuego. Las balas mataron a Rasheed Seda, un joven de 23 años, e hirieron gravemente a otro civil, y el fuego calcinó al menos cuatro casas y media docena de coches.

El presidente israelí, Isaac Herzog, calificó lo sucedido como un «pogromo [una masacre aceptada por el poder contra un grupo étnico concreto]», y Benjamin Netanyahu dijo tomarse muy en serio los disturbios: «Quienes luchan contra el terrorismo [de Hamás] son las fuerzas de seguridad. Nadie más. Los responsables de cualquier acto delictivo serán capturados y procesados».

Precisamente esas fuerzas de seguridad, según varios testigos, intervinieron con bastante retraso —una queja frecuente en anteriores incidentes del estilo—, y la policía todavía no ha localizado a los autores de los disparos. La comunidad internacional pronto se sumó a la condena. Estados Unidos consideró «inaceptable» el ataque y puso la responsabilidad sobre las autoridades israelíes; el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, aseguró que propondrá a los Veintisiete sancionar a «algunos miembros del Gobierno israelí» por facilitar la violencia a los colonos en Cisjordania; y durante una visita conjunta a Israel y a los territorios palestinos ocupados, tanto el ministro de Exteriores británico, David Lammy, como su homólogo francés, Stéphane Séjourné, mostraron su indignación por lo que definieron como un «ataque generalizado» de colonos radicales contra los palestinos.

Aún sin visos de tregua

Hamás mostró el martes su descontento con respecto a las conversaciones en Doha para un alto el fuego en Gaza. Aseguró que lo que ha podido conocer —dado que no participó— «no incluye un compromiso con lo pactado el 2 de julio [referencia a la propuesta original de EE.UU., cuya implementación exigen]».

Con todo, los países mediadores, EE.UU., Egipto y Catar, anunciaron el fin de unas negociaciones «constructivas» que continuarán pronto en El Cairo. Sobre la mesa, una iniciativa de Washington intentará «cerrar las brechas» entre Israel y el movimiento islamista.