Detenido un joven de 14 años como autor de un tiroteo con cuatro muertos, dos alumnos y dos profesores, en un instituto de Georgia

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

El menor, que será juzgado como adulto, usó un fusil y fue interrogado hace un año como sospechoso de amenazas en internet sobre un suceso de este tipo

05 sep 2024 . Actualizado a las 10:30 h.

Un joven de 14 años fue detenido ayer por la noche como presunto autor del tiroteo registrado en un instituto del estado estadounidense de Georgia, en el que murieron cuatro personas, dos estudiantes de 14 años y dos profesores. El menor está bajo la custodia de las autoridades y será acusado de asesinato y juzgado como un adulto.

La imagen de un adolescente trasladado en camilla perseguirá para siempre a los miles de compañeros que deambulaban asustados en los alrededores del instituto Apalachee, donde se produjo la masacre, a 45 minutos de la ciudad de Atlanta. Horas después se sabía que el presunto autor usó un fusil y fue interrogado hace un año como sospechoso de amenazas en internet sobre un suceso de este tipo. En una rueda de prensa, el director de la Oficina de Investigaciones de Georgia, Chris Hosey, dijo que el sospechoso usó un arma «estilo fusil semiautomático» y que se están recuperando y analizando «muchas pruebas» como parte de la investigación, pero nada indica que tuviera un cómplice u otras escuelas corran peligro.

Hosey identificó a las cuatro víctimas mortales de Gray, que son dos estudiantes de 14 años y dos profesores, y agregó que no se teme por la vida de los nueve heridos que fueron trasladados a hospitales. Por su parte, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) dijo en X que tanto el autor del tiroteo como su padre fueron interrogados el año pasado tras una investigación sobre amenazas en internet sobre un tiroteo en una escuela sin especificar, que iban acompañadas de fotografías de armas.

La agencia sostuvo que recibió pistas anónimas en mayo del 2023 sobre esas amenazas y que su investigación condujo a un «varón de 13 años» que «es el mismo sujeto en custodia relacionado con los tiroteos de hoy en la escuela de secundaria Apalachee». El FBI encargó un interrogatorio del sospechoso a la oficina del Sheriff del condado de Jackson, pero el adolescente negó ser responsable de esas amenazas, mientras que su padre afirmó que guardaba armas de caza en la casa pero su hijo «no tenía acceso a ellas sin supervisión». Según el FBI, no había entonces «causa probable» para un arresto o medida coercitiva, pero la oficina del Sheriff alertó a las escuelas locales para que hicieran «un seguimiento continuado» del joven.

«Lo que debería haber sido una alegre temporada de regreso a clase se ha convertido en otro horrible recordatorio de cómo la violencia armada continúa desgarrando a nuestras comunidades», denunció en un comunicado el presidente Joe Biden. En Estados Unidos, los estudiantes «aprenden a ponerse a cubierto en lugar de a leer y escribir», lamentó. «No podemos seguir aceptando esto como algo normal».

El control de armas se colaba así en primera plana de la campaña electoral. La vicepresidenta Kamala Harris se encontraba en New Hampshire para dar un discurso sobre incentivos fiscales a la creación de start-ups, pero tuvo que hacer un hueco para tratar este tema, que forma parte de su agenda. «Es indignante que cada día los padres de este país tengan que mandar a sus hijos al colegio sin saber si van a volver con vida. ¡Esto no tiene sentido, no debería ocurrir!», bramó.

Puede que nunca se entiendan las causas, pero hay esperanzas de que se aclaren, al haber sido detenido con vida el autor, otro estudiante de 14 años. El sheriff del condado no quiso adelantar detalles. «Por favor, tengan paciencia», pidió a los medios Jud Smith. «Queremos asegurarnos de que les informamos bien».

Lo que corría de boca en boca eran los asustados testimonios de los estudiantes, que al oír el sonido de las balas, a las 9.30 (hora local), se pusieron a cubierto, de acuerdo a las instrucciones que todo escolar en EE.UU. ha practicado en múltiples simulacros. La luz de emergencia parpadeaba en rojo cuando un hombre abrió la puerta del aula, a oscuras, apuntándoles con una pistola. «Ya pueden salir», gritó uno de los policías que iban clase por clase asegurándose de que no había más pistoleros sueltos.

Carreteras colapsadas Algunos salieron ordenadamente, en fila india. Otros lo hicieron corriendo en cuanto pudieron, lo que provocó esguinces que aumentaron el número de heridos. «Lo que ha pasado ahí detrás es algo malvado», dijo el sheriff.

Con las carreteras adyacentes tomadas por la multitud de padres que corrían a la escena en busca de sus hijos y medios de comunicación ansiosos de cubrir la noticia, los alrededores del instituto Apalachee estaban colapsados. «Tiroteo escolar, mamá, estoy asustado. No es una broma. Hay un chico muerto a mi lado», escribió Ethan Clark a su madre. «Dejo el trabajo. Voy a buscarte», contestó ella de inmediato. «Te quiero, mamá». «Yo también, cariño».