Netanyahu le asegura a Biden que no atacará las instalaciones nucleares ni petrolíferas iraníes
INTERNACIONAL
El sistema antiaéreo de EE.UU. llega a Israel con la condición de que el Ejército deje de bloquear la entrada de ayuda a la Franja
15 oct 2024 . Actualizado a las 20:59 h.Cuando Estados Unidos le pidió a Israel, hace algo más de una semana, que no atacase las instalaciones nucleares iraníes, Benjamin Netanyahu sacó pecho. Aseguró que sería él —y no Joe Biden— quien decidiría exactamente cómo vengarse por los casi 200 misiles que el régimen de los ayatolás había lanzado el primer día de octubre contra el Estado judío. Pero la llamada telefónica que ambos mandatarios mantuvieron hace una semana lo cambió todo. «Evitaremos atacar los lugares de producción de petróleo y de enriquecimiento nuclear», le aseguró personalmente el israelí a Biden, según confirmaron a The Washington Post y The New York Times fuentes de la Casa Blanca.
Cuando los dos periódicos norteamericanos publicaron el rumor, la oficina de Netanyahu se apresuró a matizarlo: «Escuchamos a Estados Unidos, pero tomaremos nuestras decisiones finales en función del interés nacional». Si Tel Aviv realmente hace caso a Washington —y a la comunidad internacional— y solo ataca objetivos militares, la posibilidad de una guerra regional se reducirá considerablemente.
De momento, Irán sigue en guardia. «No jueguen con la cola del león», alertó ayer la portavoz del Gobierno iraní, Fatemeh Mohajerani. Recordó que los 200 misiles fueron, a su vez, una represalia por los asesinatos del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, de un general de la Guardia Revolucionaria iraní y del jefe político de Hamás, Ismail Haniya. «No se debe bromear con Irán de ninguna manera», insistió Mohajerani.
Armas para conseguir la paz
Esta tensión cada vez mayor y la supuesta moderación de Netanyahu terminaron de convencer a Biden para enviar a Israel una batería THAAD. Este poderoso sistema de defensa antiaérea llegó ayer a las costas israelíes, junto con unos cien soldados, para convertir la ya famosa cúpula de hierro en una cúpula de acero armado. Sin embargo, Biden puso una condición al envío: si en un mes no mejora el acceso de ayuda a Gaza, las armas dejarán de llegar. El estadounidense —probablemente por miedo a seguir perdiendo apoyos de cara a las elecciones de noviembre— recordó que su ayuda a Tel Aviv «se ha reducido a la mitad» desde la primavera.
Pero el acoso al norte de Gaza no se detuvo y ayer dejó 55 muertos y 300 heridos más. Tampoco frenaron las tropas israelíes en el Líbano, donde las órdenes de evacuación ya abarcan una cuarta parte del país. Y así fue que el número dos de Hezbolá, Naim Qassem, amenazó con atacar Israel «en todas partes» y extender el «dolor» si la situación no cambia.
La UE teme que Israel convierta el Líbano en una segunda Gaza
La escalada del conflicto en Oriente Medio está yendo demasiado lejos y el Líbano se podría convertir «en una nueva Gaza». Lo aseguró ayer el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, después de conseguir que los veintisiete ministros de Exteriores reiterasen que los cascos azules de la Finul no se marcharán, por muchas amenazas y ataques que reciban.
Quienes sí se han marchado han sido casi un cuarto de los libaneses, huyendo del avance israelí. Al menos 13 hospitales han cerrado total o parcialmente y más de 150 paramédicos han muerto bajo fuego enemigo desde que comenzaron las hostilidades el año pasado.
«No podemos abandonar un país al borde del precipicio», pidió Borrell. Mientras hablaba, un supuesto terrorista de Hezbolá mató a un policía e hirió a cuatro personas en una carretera al sur de Tel Aviv. El agresor fue abatido poco después por un civil que detuvo su coche en el lugar del atentado.