El oficialismo blanquea su victoria con un nuevo recuento parcial de los votos en Georgia

Rafael M. Mañueco MOSCÚ / COLPISA

INTERNACIONAL

Manifestación proeuropea en Georgia.
Manifestación proeuropea en Georgia. Irakli Gedenidze | REUTERS

La Comisión Electoral rechaza las denuncias de fraude y ratifica la mayoría absoluta del partido prorruso del Gobierno en el Parlamento

31 oct 2024 . Actualizado a las 21:40 h.

La repetición parcial del recuento de las elecciones legislativas del pasado sábado en Georgia, iniciado el martes a instancias de la Comisión Electoral Central, finalizó este jueves y confirmó la victoria de Ensueño Georgiano, el partido prorruso en el poder, con un 53,9 % de los sufragios, lo que le concede la mayoría absoluta en el Parlamento.

Esta comprobación ha sido llevada a cabo en cinco colegios de cada distrito electoral designados por sorteo. La Comisión Electoral sostiene que se ha desarrollado en un 12 % de los centros de votación y ha afectado al 14 % de las papeletas. Ello ha permitido determinar que no hubo fraude y descartar «cambios significativos en los resultados oficiales ya anunciados».

Pero la presidenta georgiana, la proeuropea Salomé Zurabishvili, y los cuatro partidos opositores que obtuvieron escaños no se fían del procedimiento seguido e insisten en la repetición de los comicios. En su opinión, las verificaciones y los sondeos a pie de urna mostraron que les fueron «robados» y que la mayoría absoluta recayó en las formaciones proeuropeas, no en Ensueño Georgiano, cuyos dirigentes han cerrado el tema y han fijado la primera reunión de la nueva cámara la semana que viene.

Mientras tanto, Zurabishvili declinaba acudir a la citación que la Fiscalía General le cursó el miércoles para esclarecer si tienen fundamento sus acusaciones de fraude y para que presentara «pruebas de las falsificaciones». La jefe de Estado ya avisó de que no iría. No está dispuesta, dice, a que se inicie un proceso político contra ella. 

«Rumores sin pruebas»

El presidente del Parlamento saliente, Shalva Papuashvili, perteneciente a Ensueño Georgiano, deploró ayer que Zurabishvili «difunda rumores sin aportar pruebas ni dentro del país ni a nivel internacional». En aparente alusión al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que acaba de visitar Georgia, Papuashvili dijo que «algunos colegas extranjeros ya nos han dicho que las acciones destructivas de la presidenta son evidentes en el plano de la política exterior».

Papuashvili acusó además a la Unión Europea de utilizar «la integración en el bloque como herramienta política, lo que acaba perjudicando al proceso de integración y a la reputación de la UE». Bruselas ha suspendido por el momento las conversaciones para la adhesión de Georgia por la deriva autoritaria de sus dirigentes, por aprobar leyes restrictivas copiadas de Rusia y, ahora con más razón, ante las acusaciones de pucherazo.

Desde que Georgia obtuvo la categoría de candidato a la integración europea hasta que ha quedado congelada esa adhesión han transcurrido menos de un año. En junio del 2014 Georgia y la UE firmaron el Acuerdo de Asociación, parte del cual fue la creación de una Zona de Libre Comercio Integral y Profunda (DCFTA).

El documento, que entró en vigor en el 2016, redujo los aranceles de exportación para las empresas europeas en el mercado georgiano, simplificó los procesos aduaneros y, lo más importante, impulsó la adaptación gradual de la legislación georgiana a las normas europeas. La categoría de candidato a la UE le fue concedido al país el 14 de diciembre del 2023, siempre que se tomen las medidas apropiadas propuestas por la Comisión Europea. Pero ahora todo ha quedado en el aire y sin visos de que las actuales autoridades georgianas se propongan enmendar la situación.