
El todavía líder del país norteamericano no parece dispuesto a que los días pasen sin más hasta el próximo 20 de enero, cuando Trump asumirá en Washington, y ha emprendido una agenda de calado
23 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Joe Biden ya se ha convertido en lo que en EE.UU. se conoce como un «pato cojo», es decir, un presidente saliente, cuyo partido no ha vuelto a ganar las elecciones y cuya influencia y poder, por ende, disminuye considerablemente. El todavía líder del país norteamericano no parece, en cualquier caso, dispuesto a que los días pasen sin más hasta el próximo 20 de enero, cuando Trump asumirá en Washington, y ha emprendido una agenda de calado.
Jueces
Cuatro nominados por Biden. Los demócratas tienen el control del Senado hasta enero, cuando tomará posesión la nueva mayoría republicana, y se han enfrascado estos días en una carrera contrarreloj para aprobar la designación de jueces federales nominados por Biden. «Mientras estemos a cargo del Senado y de la Casa Blanca debemos hacer todo lo que podamos para salvaguardar nuestra democracia», dijo la senadora demócrata Elisabeth Warren. La mayoría demócrata ha aprobado a cuatro jueces federales nominados por Biden y otros 16 están ya en el último paso para su confirmación. Más esperan el avance de sus casos a nivel de comité. Hasta el momento el Senado ha aprobado la designación de 214 jueces nominados por Biden en todo su mandato, mientras la anterior mayoría republicana aprobó a 234. El presidente electo ha criticado las nuevas designaciones y ha pedido a los senadores republicanos que impidan las nuevas.
UCRANIA
Ayudas sin entregar. La decisión de Biden de dar el visto bueno al uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance de fabricación estadounidense sobre territorio ruso -tienen un rango de 300 kilómetros- ha supuesto un cambio de escenario en la guerra, con Moscú haciendo amenazas nucleares. Muchos han criticado esa decisión durante el período de «pato cojo» porque se trata de un cambio clave en política internacional que podría marcar futuras actuaciones. Biden intenta también acelerar el envío de los alrededor de 9.000 millones de dólares en ayuda militar que todavía no han sido remitidos a Ucrania, en un momento en el que tanto Washington, como Moscú y Kiev parecen haberse activado para buscar el escenario más favorable para sus intereses antes de la asunción de Trump como presidente.
Gaza
Alto el fuego. Biden intenta también, discretamente, propiciar unas negociaciones entre Israel y Hamás que lleven a un alto al fuego y a la liberación de los rehenes israelíes en Gaza antes de que finalice su mandato. Esta semana, además, se filtró que Biden podría dar luz verde a aprobar una resolución del consejo de seguridad de la ONU que señale que la presencia de Israel en Judea y Samaria viola la ley internacional, algo similar a un movimiento que hizo en el 2016 el ex presidente Barack Obama antes de dejar el poder a Trump y que este revirtió en el 2019.
Clima
Energía verde. La Administración Biden se encuentra también en una carrera contrarreloj para colocar miles de millones de euros en proyectos de energía limpios ante la amenaza de Donald Trump de revocar los que no se hayan gastado, según el portal web Politico. El presidente trabaja también en una ley para dar incentivos fiscales a empresas que produzcan combustibles de bajas emisiones.
INFRAESTRUCTURA
3.400 millones. Se intentan también cerrar contratos para gastar unos 3.400 millones de dólares en proyectos de infraestructura anunciados por la Administración demócrata saliente la pasada semana.