Los vecinos de Zelenski le dan la espalda

Mikel Ayestaran KRYVYI RIH (UCRANIA) / E. ESPECIAL COLPISA

INTERNACIONAL

Una mujer evacuada de un edificio bombardeado por un misil ruso en Kryvyi Rih
Una mujer evacuada de un edificio bombardeado por un misil ruso en Kryvyi Rih Danylo Antoniuk | REUTERS

La ciudad natal del presidente ucraniano ha dejado de creer en el «chico del distrito 95»

26 nov 2024 . Actualizado a las 21:51 h.

Olena Kulyk y sus tres hijos, Kyrylo, de diez años, Demyd, de tres, y Uliana, de dos meses, murieron en el acto tras el impacto de un misil ruso contra su vivienda. Unas rosas y varios juguetes recuerdan en la calle, frente al edificio de tres plantas reventado, a las víctimas del último ataque mortal contra Kryvyi Rih, ciudad ucraniana del frente sur castigada casi a diario por el enemigo.

Rusia tiene en el punto de mira a la localidad natal de Volodímir Zelenski. El distrito donde nació hace 46 años el presidente, el 95, y sus alrededores son las zonas más golpeadas. En honor a este barrio bautizó Zelenski en el 2003 a su compañía de producción televisiva «Kvartal (distrito) 95», un proyecto que arrancó cuando era un artista que saltó a la fama gracias a una serie en la que encarnaba a un actor que se convertía en presidente.

La ficción se hizo realidad en las elecciones del 2019, en las que arrasó en las zonas consideradas más prorrusas como Kryvyi Rih y todo el cinturón este y sureste del país. Cinco años después la actualidad le ha convertido en la persona que libra un pulso directo con Vladimir Putin. Es el rostro de Ucrania ante el mundo, pero la guerra le ha desgastado en su propia casa.

Los 600.000 vecinos de Kryvyi Rih presumen de vivir en «la ciudad más extensa de Europa, con 126 kilómetros de norte a sur», apunta con orgullo y en perfecto español Olena Lashtoba, voluntaria que colabora en tareas de ayuda al ejército desde el 2014, nacida en el mismo barrio de Zelenski y que estudió en una escuela muy próxima a la suya. Lo recuerda entre bromas como «un niño de una familia de bien, sus padres eran profesores de la universidad, un pijo, de los que no se metían en problemas».

En Kryvyi Rih le votaron el 93,7 % de sus paisanos y «una de las promesas que más impacto tuvo fue la de que iba a terminar con la guerra, porque no se nos puede olvidar que Ucrania está en guerra desde el 2014, mucho antes de la invasión rusa. El problema es que la gente no entiende que la decisión de acabar no depende de él, no puede pararla porque parar es rendirse y eso no lo aceptamos. Se respira una mezcla de cansancio y miedo, y por eso ha perdido apoyo el presidente», explica Olena.

Vecinos del hormiguero

La familia Zelenski, judíos liberales, vivía en el portal 13 de una enorme mole de viviendas de 12 pisos de altura apodada el hormiguero por la multitud de apartamentos que allí se concentran. Es una variación de finales de los años setenta de la típica construcción de la era soviética que puebla una ciudad minera levantada en medio de un mar de reservas de hierro y carbón.

La Unión Soviética plantó aquí importantes acerías, que son la fuente principal de trabajo para la población, aunque funcionan a medio gas debido a los bombardeos y a que la mayoría de los hombres están en el frente.

El hormiguero permanece intacto, pero muy cerca está destrozado el hotel Arena y dañados el circo y el colegio Gimnasio 95, donde estudió el pequeño Volodímir. Olga, vecina del portal 13, no quiere ni hablar. «Conocía muy bien a sus padres. Es una pena, pero nuestra opinión sobre él ha empeorado. Estamos muy decepcionados. Votamos todos por él, tenía todo el poder en sus manos y ha decepcionado a su ciudad y todo el país. Nos equivocamos», comenta. Es la única que acepta decir algo en el portal; el resto de vecinos no quieren hablar y muestran su enfado.

En estas calles nadie le perdona que, mientras impone un sistema policial para perseguir a todos aquellos en edad de ser reclutados, él no cumplió con el servicio militar. Tampoco pasan por alto los escándalos de corrupción que afectan a su partido, cuya cúpula salió de su productora Distrito 95. Stepan Borashvili, músico de 31 años, es más tajante y denuncia que «Zelenski se ha emborrachado de poder y se está convirtiendo en un dictador. Si sigue por este camino acabaremos peor que Corea del Norte».

La noche cae en Kryvyi Rih y rugen los generadores. Los últimos ataques rusos han afectado a los sistemas de electricidad y calefacción. El frío aprieta en esta ciudad minera en la que votaron en masa por un Zelenski a quien ahora ven demasiado lejano, no como a un chico del distrito 95.