Rusia e Irán cierran filas con el Gobierno sirio e intentan razonar con el turco
INTERNACIONAL
Al Asad se niega a negociaciones con Turquía mientras no retire sus fuerzas del norte de Siria
02 dic 2024 . Actualizado a las 22:48 h.Rusia e Irán intensifican sus esfuerzos militares y diplomáticos para ir al rescate de Bachar al Asad. El presidente de Siria tiene a su lado a Vladimir Putin y también a su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, para hacer frente a la ofensiva abierta el pasado miércoles sobre la ciudad de Alepo por grupos rebeldes encabezados por los yihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS).
El apoyo de la República Islámica ha sido inmediato. Fuerzas proiraníes, enviadas desde Irak, entraron este lunes en territorio sirio para respaldar a Al Asad, que intenta recuperar el control de Alepo, la segunda ciudad más importante del país. También cruzaron a Siria, cerca de Al Boukamal, decenas de combatientes del grupo iraquí Hashd al Shaabi, otra formación respaldada por Irán. Pezeshkian telefoneó al autócrata para ratificarle que harán frente común ante una embestida rebelde catalogada de «terrorista» desde Damasco.
Mientras su aviación bombardea posiciones rebeldes, Moscú asegura que la ofensiva tiene por objetivo «perjudicar la soberanía y la estabilidad» de Siria. El Kremlin, cuyo apoyo fue más dudoso inicialmente, ha confirmado que seguirá del lado de las «autoridades legítimas» para «restaurar el orden constitucional y la integridad territorial».
Críticas desde Turquía
El ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, coincidió ayer con su homólogo turco, Hakan Fidan, en la necesidad de convocar una cumbre urgente con Rusia. De las tres potencias, Turquía es la única que se alinea con los insurgentes sirios, y culpa de ello a la negativa de Al Asad a entablar un diálogo político.
Ankara ha buscado acercarse a Siria, pero el autócrata siempre ha supeditado las conversaciones a que Turquía retire sus fuerzas del norte del país. Esto es algo que el presidente Recep Tayyip Erdogan no está dispuesto a cumplir, porque, según defiende, quiere alojar allí a los refugiados sirios instalados en su territorio. Además, busca establecer una zona de amortiguación para frenar a los kurdos. Fuentes oficiales han reconocido que Ankara estaba al tanto de la ofensiva relámpago que tomó Alepo, y aseguran que intentó frenarla.