Los argentinos, expectantes tras el primer año de Milei con menos inflación y estabilidad del dólar
INTERNACIONAL
Las principales medidas de su mandato se basan en una motosierra monetaria y fiscal que afectó a empleados públicos, docentes y jubilados, entre otros
11 dic 2024 . Actualizado a las 18:45 h.Como era de esperar, el balance del primer año de Javier Milei como presidente de Argentina, que fue investido el 10 de diciembre del 2023, tiene defensores y detractores. Si bien la motosierra del líder libertario parece haberse ensañado más con los sectores más desfavorecidos, la promesa de bajar la inflación y reducir el déficit fiscal juegan a su favor en un contexto de profundo descrédito de la clase política y de una oposición hecha pedazos.
Aunque tanto la inflación como el déficit cero fueron parte de sus principales promesas de campaña, también lo eran que el ajuste lo pagaría «la casta» (los sectores privilegiados de la política), levantar el cepo (los controles cambiarios), dolarizar la economía, eliminar el Banco Central y bajar impuestos; cosas que aún no cumplió y algunas que ya ni figuran en su agenda, como dolarizar el país.
Las principales medidas del Gobierno de La Libertad Avanza incluyen una motosierra fiscal y monetaria que afecta, en especial, a los jubilados, los empleados públicos, los docentes, los obreros y los científicos y artistas; y desregulaciones y una rebaja del impuesto a los más ricos.
Sin embargo, más allá del panorama económico, Milei y los suyos fueron ganando experiencia en un terreno que se les presenta propicio. Las dudas respecto a su gobernabilidad, debido a los pocos representantes con que cuenta su fuerza en ambas Cámaras, se diluyeron al calor de las disputas que dividen a la oposición, y a la creciente capacidad de negociación de los libertarios; y que les han valido, incluso, para poder sacar medidas claves como la Ley Bases, una ley ómnibus que le facilitó avanzar en muchos de sus proyectos.
Para muchos, el relativo éxito de Milei también descansa en el desprestigio de la clase política, en el fracaso de las gestiones de gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) —una derecha más tradicional—, y de Alberto Fernández (2019-2023) —peronismo/kirchnerismo—, y en el enorme cansancio acumulado de una sociedad que no solo se acostumbró a vivir con un constante aumento de precios, sino que alcanzó este año un escalofriante índice de pobreza del 53 % y de indigencia del 18 %.
Por ahora, el experimento Milei genera una enorme expectativa a nivel mundial y, pese a las dudas, también la sociedad argentina parece dispuesta a seguir esperando por los resultados. Si bien la confianza en la gestión había mermado en los últimos meses, volvió a crecer al calor de un dólar estable y la bajada de la inflación, una de las peores pesadillas de los argentinos. Un estudio de un consultora publicado este lunes reveló que, aunque un 50 % de los encuestados creen que Milei está ordenando la economía, un 55 % también creen que su propia economía estará peor en los próximos 6 meses.