La presencia militar cede en Caracas, que lleva desde el jueves con servicios mínimos
12 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Caracas amaneció ayer como pasó todo el viernes: en silencio, con poquísima gente en sus normalmente atiborradas calles y autopistas y con buena parte de su comercio cerrado, salvo servicios esenciales, como supermercados, panaderías y farmacias.
Sin embargo, la presencia militar-policial previa a la toma de posesión de Maduro para su controvertido tercer mandato cedió casi por completo una vez logrado el objetivo del mandatario de jurar su cargo, pese a haber perdido las elecciones y sufrir un rechazo global casi unánime. Solo los mandatarios de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y Nicaragua, Daniel Ortega (representantes de dictaduras) participaron en la ceremonia de traspaso de mando.
Otros rasgos del autoritarismo ya cerrado de la «revolución bolivariana» se mantenían ayer. Las principales páginas de los medios de comunicación, redes sociales y directorios de Google siguen bloqueadas, sin la posibilidad de usarse sin una red privada virtual (VPN); y a esa lista se sumó este sábado la app Telegram.
El tráfico aéreo y terrestre con Colombia continuará cortado hasta el lunes, lo que ha perjudicado a miles de personas y paralizado toneladas de mercancías que transitan entre los dos países. Ayer fue suspendida sine die la salida de embarcaciones deportivas y recreativas.
Y los venezolanos, tanto en las redes como en privado, señalan que ayer dio comienzo una etapa marcada por más precauciones. Solo en enero, la oenegé Foro Penal Venezolano, ha registrado hasta 49 detenciones políticas.
Esta etapa de represión parece estar centrándose en dirigentes de partidos de izquierda y universitarios, además de responsables de oenegés como Carlos Correa, hijo de pontevedreses de Caldas de Reis, secuestrado el lunes por funcionarios no identificados y que sigue en paradero desconocido tras casi una semana de infructuosos esfuerzos por ser localizado.
Para la mayoría de los consultados por La Voz no existen grandes diferencias entre el jueves y el sábado, salvo una: los jirones de legalidad que le quedaban al madurismo se han roto. Lo dicen los ciudadanos y expertos como María Isabel Puerta, politóloga venezolana en EE.UU. y profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Colorado. «En Venezuela no hay Estado de derecho desde hace mucho tiempo, pero con esto se cierra un ciclo en términos de legitimidad y legalidad», afirma la experta.
Otros venezolanos señalan que la toma de posesión de Maduro era necesaria «para terminar de deslegitimar a todo el sistema», como afirmó a La Voz un hijo de gallegos nacido en Venezuela. El problema es cómo articular una oposición viable cuando un comentario en una red social puede generar una acusación de «terrorismo» y «traición a la patria».