Biden avisa que «se está gestando una oligarquía» en Estados Unidos que «amenaza» la democracia
INTERNACIONAL
En su discurso de despedida desde el Despacho Oval ha deseado «suerte» al Gobierno de Trump
16 ene 2025 . Actualizado a las 08:14 h.El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha deseado este miércoles desde el Despacho Oval, durante su último discurso en el cargo, «suerte» a la Administración entrante, liderada por el que fue su predecesor, Donald Trump, mientras que ha advertido de que se está gestando una «oligarquía» en el país que «amenaza» la democracia.
«Para el pueblo estadounidense, deseo éxito a la Administración entrante porque quiero que Estados Unidos triunfe. Por eso, he asumido mi deber de garantizar una transición pacífica y ordenada del poder, de asegurar que lideremos con el poder de nuestro ejemplo. No tengo ninguna duda de que Estados Unidos está en condiciones de seguir teniendo éxito», ha manifestado.
No obstante, ha aprovechado la ocasión para «advertir» al país «de una peligrosa concentración de poder en manos de unas pocas personas ultrarricas y de las peligrosas consecuencias que puede acarrear si no se controla su abuso de poder». «Hoy, en Estados Unidos está tomando forma una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia que literalmente amenaza a toda nuestra democracia, nuestros derechos y libertades básicos y la posibilidad de que todos salgan adelante», ha alertado.
Así, Biden ha pedido «volver» a construir «una clase media más grande», mientras que ha aseverado que «eso es exactamente» lo que ha hecho durante su mandato, subrayando la importancia de la creación de empleo y la protección del medio ambiente, aspectos que considera que ha logrado durante su estancia en la Casa Blanca.
«Las fuerzas poderosas quieren ejercer su influencia sin límites para eliminar (...) las medidas que hemos adoptado para abordar la crisis climática, en beneficio de sus propios intereses, por poder y lucro. No debemos dejarnos intimidar para que sacrifiquemos el futuro, el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos. Debemos seguir avanzando y hacerlo más rápido. No hay tiempo que perder», ha declarado.
Durante su discurso, ha sostenido que «llevará tiempo sentir todo el impacto» de los logros de su administración, mientras que ha enumerado algunos de los objetivos cumplidos durante su Gobierno, empezando por el acuerdo de alto el fuego entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que había sido anunciado horas antes y que ha sido mediado por Egipto, Qatar y Estados Unidos.
«Después de ocho meses de negociaciones ininterrumpidas, mi Administración ha logrado un acuerdo de alto el fuego y de rehenes entre Israel y Hamás, cuyos elementos expuse con gran detalle en mayo de este año. Este plan ha sido elaborado y negociado por mi equipo», ha asegurado.
Reunión entre los equipos de transición
Antes del discurso de Biden, la Casa Blanca ha informado de que la asesora de Seguridad Nacional, Liz Sherwood-Randall, convocó a los miembros actuales y futuros del gabinete para llevar a cabo un ejercicio de transición presidencial «de acuerdo con la orden de Biden de llevar a cabo una transición profesional».
«Esta reunión ha brindado una oportunidad estructurada para compartir lecciones aprendidas durante los últimos cuatro años y ayudar al equipo entrante a prepararse para proteger el país a partir del 20 de enero de 2025», ha declarado, en referencia a la fecha en la que Trump será investido presidente.
Sherwood-Randall ha indicado que la reunión ha durado dos horas y ha servido para analizar «una variedad de escenarios, incluida la prevención y respuesta a ataques terroristas, así como la gestión de patógenos como la gripe aviar». «Los participantes subrayaron la interconexión entre los incidentes en el territorio nacional y los desafíos globales», ha señalado.
Biden reivindica su legado en su adiós a los estadounidenses
En su último discurso a la nación, tras cinco décadas en la política, repasa sus logros y los desafíos que afronta el país
Miguel Palacio
Joe Biden abandonará el próximo lunes la presidencia de Estados Unidos. Con su salida, el demócrata pone punto final a una carrera política de más de cinco décadas en las que ha ocupado puestos a lo largo de todo el sistema político estadounidense. El todavía presidente, se iba a dirigir esta madrugada a la nación con un discurso de despedida con el que quiso subrayar los éxitos de su presidencia y los desafíos que afronta el país.
Antes de pasar el testigo a Donald Trump, el discurso de Biden se enmarca en una longeva tradición: no todos los presidentes se han dirigido al país a su salida del poder, pero la mayoría lo ha hecho, empezando por su primer dirigente, George Washington, cuya arenga se imprimió en las páginas del American Daily Advertiser en 1796.
El legado de la presidencia de Joe Biden es agridulce. Su mandato ha servido, hasta cierto punto, para restañar parte del daño que hizo el primer mandato de Donald Trump en cuestiones como la lucha contra el cambio climático —«la única amenaza existencial para la humanidad»— o el propio liderazgo de EE.UU. en el mundo, que él restableció «con el poder de nuestras alianzas».
No ha servido, en cambio, para curar la brecha abierta que separa a los estadounidenses en dos bloques: el país mantiene unas altas tasas de polarización.
Tampoco ha servido para evitar la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Aunque el mandato de Biden, según los indicadores económicos, ha supuesto una mejora considerable respecto a la gestión económica del republicano, los ciudadanos nunca han tenido tal percepción. Al mismo tiempo, la negativa del dirigente demócrata a no optar a la reelección y dejar paso a candidatos más jóvenes está íntimamente relacionada con la victoria de Trump.
Mea culpa
En una carta a los estadounidenses difundida este miércoles, reconoció su parte de culpa. En la misiva, explica que «el alma de Estados Unidos» sigue estando en juego, un reconocimiento explícito de que su legado está destinado a acabar ensombrecido por el retorno del magnate neoyorquino. Se muestra también esperanzado ante la capacidad de resistencia de su país que dice «es una idea más fuerte que cualquier ejército y mayor que cualquier océano».
Durante su presidencia, el demócrata sí ha recuperado parte del lustre perdido en la escena internacional. Lideró el apoyo a Ucrania ante la invasión rusa, reabrió los canales diplomáticos con China y encabezó iniciativas como la creación de Aukus, la alianza estratégica militar entre Estados Unidos, Australia y el Reino Unido para mantener la estabilidad y la seguridad para la región del Indopacífico.
Además, logró sacar a su país de la recesión económica que siguió a la pandemia del covid con cierto éxito. Es cierto que EE.UU. sufrió una subida de la inflación que se prolongó hasta el 2023 y que, muy probablemente, le costó las elecciones presidenciales a los demócratas. No es menos cierto, sin embargo, que durante su mandato, Biden puso las bases para que crear más de 16 millones de empleos y dejar al país en una sólida posición económica.
Después de las críticas y burlas recibidas en los dos últimos años a costa de su avanzada edad, Biden se despide de la vida política afirmando que ha sido «el privilegio de su vida» pasar cinco décadas al servicio de su país. «En ningún otro sitio de la Tierra podría un niño tartamudo de orígenes modestos [nacido en] Scranton (Pensilvania) y [criado en] Claymont (Delaware), sentarse un día ante la determinante mesa del despacho oval como presidente de Estados Unidos» escribió el dirigente número 46 del país, a pocos días de jubilarse definitivamente.
La primera dama, Jill Biden, declaró que se va «en paz» pero «decepcionada» por cómo se desarrolló el final de su etapa y la de su marido, en una entrevista en The Washington Post. «Aprendí mucho sobre la naturaleza humana», agregó la primera dama, en referencia a la revuelta interna del Partido Demócrata que tumbó la candidatura presidencial de Biden. Entre las que le han decepcionado citó a Nancy Pelosi, una amiga de hace años.
Rubio apunta hacia China y a que Kiev ceda territorios a Rusia en su audiencia en el Senado
El senador Marco Rubio presentó este miércoles sus prioridades como nominado a secretario de Estado por Donald Trump en su audiencia de confirmación de su cargo en el Senado, que tiene garantizado. Como próximo jefe de la diplomacia de EE.UU. mostró su apoyo a Taiwán y lanzó una advertencia a China. Así señaló que el precio para Pekín de invadir Taiwán «sería demasiado alto». Como senador republicano, Rubio ha sido uno de los más alineados con el apoyo a la isla, que está autogobernada y a la que Pekín considera una provincia rebelde.
Sobre la guerra de Ucrania, el político de origen cubano defendió que no será fácil lograr la paz por lo que pidió a Kiev y Moscú que hagan «concesiones». En este sentido, señaló que «no hay manera de que Rusia invada toda Ucrania», pero también subrayó que «no es realista» pensar que Kiev puede recuperar las fronteras previas a la invasión rusa de febrero del 2022.
Rubio criticó a la Administración Biden porque, a su juicio, ha estado enviando armamento a Ucrania sin «detallar cuál era el objetivo final del conflicto».
En cuanto a Venezuela, Rubio calificó al régimen de Nicolás Maduro de una organización narcotraficante «que se ha empoderado como un estado-nación» y advirtió de la influencia, cada vez mayor, de Irán en Venezuela.