Trump fulmina el programa federal de diversidad e inclusión, cierra sus oficinas y envía a casa a sus empleados

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Donald Trump, en la sala Roosevelt de la Casa Blanca.
Donald Trump, en la sala Roosevelt de la Casa Blanca. Carlos Barria | REUTERS

Cumple así con los objetivos de recuperar los dos géneros tradicionales -hombre y mujer- y adelgazar la Administración federal

22 ene 2025 . Actualizado a las 19:20 h.

La Administración Trump ha puesto fin a los programas federales de equidad, diversidad e inclusión (conocidos como DEI, por sus siglas en inglés), ordenado el cierre de sus oficinas y enviado a casa a sus empleados al final de la jornada laboral de este miércoles. Más adelante se decidirá si los afectados —que ahora quedan suspendidos de empleo, pero no de sueldo— son despedidos o reasignados en otros puestos. El memorando emitido por la Oficina de Gestión de Personal de EE.UU. también ordena eliminar las páginas web y las cuentas de redes sociales de los DEI.

Se cumple así con dos de los objetivos tanto de Trump como de su mano derecha, Elon Musk: recuperar los dos géneros tradicionales —hombre y mujer— y adelgazar la Administración federal. Musk ya cargó contra los programas de diversidad durante los incendios en Los Ángeles, al difundir en sus múltiples tuits en X, que los parques de bomberos hubieran funcionado mejor sin personal de color y lesbianas, y que sus inversiones en programas DEI podrían haberse utilizado para mejorar los medios de extinción. 

Orden ejecutiva

La orden de cierre tiene lugar un día después de que Trump firmara una orden ejecutiva para el desmantelamiento de dichos programas. De acuerdo con la Casa Blanca, esta «histórica» decisión «protege los derechos civiles de todos los estadounidenses y amplía las oportunidades individuales».

Su predecesor, el demócrata Joe Biden, había puesto en marcha los DEI para promover la igualdad y evitar la discriminación por raza, sexo o religión en los departamentos federales. Para la nueva Administración, «los radicales DEI han contaminado peligrosamente a muchas de nuestras empresas críticas e instituciones influyentes, incluido el Gobierno federal».

Al no tener que equilibrar la fuerza laboral «en función de raza, sexo, identidad de género, preferencia sexual o religión», asegura que se reafirman los valores de «dignidad individual, trabajo duro y excelencia». Ahora, añade, la contratación y ascensos «recompensarán» las habilidades y desempeño individuales, mejorando la «eficiencia» y reduciendo los gastos.