Israel recibe a tiros a los residentes del sur del Líbano tras expirar los 60 días del alto el fuego

P. Medina MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Manifestantes con banderas de Hezbolá protestan en el sur del Líbano por el asesinato de civiles a manos de Israel.
Manifestantes con banderas de Hezbolá protestan en el sur del Líbano por el asesinato de civiles a manos de Israel. Karamallah Daher | REUTERS

La ONU y su misión de paz en el país árabe llaman a aplazar el retorno de civiles al sur

26 ene 2025 . Actualizado a las 19:18 h.

Tras los sesenta días de tregua entre Israel y Hezbolá estipulados en su alto el fuego, Tel Aviv finalmente no se retiró ayer del sur del Líbano y abrió fuego sobre la población civil que pretendía retornar a sus hogares. Dejó al menos 22 muertos y más de cien heridos en una jornada en la que las presiones internacionales no han servido para hacer cumplir el acuerdo de alto el fuego.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) alegaron que el retraso de su retirada se debe a que el Ejército libanés se ha demorado en el cumplimiento de su parte del trato. Esto es, la entrada de tropas en los puestos clave de Hezbolá [que había pedido una prórroga de los 60 días de tregua] al sur del río Litani, como mandaba la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra en el 2006.

Pero las Fuerzas Armadas libanesas sí que han cumplido su parte bajo la supervisión de un comité especial formado por Estados Unidos y Francia. La insatisfacción de Israel, que había dejado casi todo el sector suroeste vacío, llevó a que mataran a 22 civiles y dejaran 83 heridos en localidades como Aitaroun, Houla, Markaba y Kfar Kila. Uno de ellos es precisamente un soldado libanés.

Las FDI se justificaron alegando que «las tropas que operan en el sur de Líbano lanzaron disparos de advertencia para eliminar amenazas en varias zonas en las que se identificaron sospechosos».

El Ejército de Israel ha violado más de 200 veces el acuerdo para el alto el fuego y ha seguido quemando pueblos, detonando viviendas y bombardeando esporádicamente algunas antiguas posiciones de la milicia chií.

Esfuerzos diplomáticos

El recientemente nombrado presidente del país de los cedros, Joseph Aoun, refirió a sus ciudadanos en virtud de la política de armisticio de actores no estatales en el Líbano que «estamos ante un día de victoria para el Líbano, para nuestra justicia, para nuestra soberanía y nuestra unidad nacional, pero al mismo tiempo que comparto esta alegría, quiero pediros autocontención y que depositéis vuestra confianza en las Fuerzas Armadas libanesas, que garantizarán vuestro retorno seguro a vuestros hogares y aldeas». Sin embargo, ese retorno finalmente no se produjo.

Por ello, tuvo que intervenir el presidente francés, Emmanuel Macron, que se telefoneó con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para pedirle que no obstaculice los esfuerzos para «restaurar la autoridad del Estado» árabe. «Francia tomará todas las medidas necesarias, en el marco del mecanismo de supervisión del alto el fuego, junto con Estados Unidos y Líbano, para que este recupere su plena soberanía y se garantice la seguridad de Israel», explicó el Elíseo en un comunicado posterior a la llamada entre ambos.

Por su parte, la coordinadora especial de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, y el comandante de la misión de paz del organismo, el general Aroldo Lázaro, advirtieron a los residentes del sur del país árabe que aún «no se dan las condiciones para volver». «Pedimos por lo tanto una vez a las comunidades desplazadas, que actúen con cautela», aseguraron en un comunicado conjunto.

El alto el fuego pactado el 27 de noviembre con las milicias de Hezbolá pende de un hilo.